Ira En El Transistor

The Clash debutó un 4 de julio de 1976 (mientras Ramones tocaban en Roundhouse) en el Black Swan de Sheffield. Su segunda presentación fue un show privado (sólo para la prensa) que brindó el 13 de agosto en su sala de ensayos, Rehearsals Rehearsals (que compartían con, los también manejados por Bernie Rhodes, Subway Sect) ubicada en el límite de Camden Town y Chalk Farm. Dos días después de tocar en el cine Screen on the Green de Islington, su tercera presentación, (al otro día de los disturbios del carnaval de Notting Hill, que dieron origen al tema «White riot»). El 31 de agosto de 1976 los Clash volvieron a telonear a los Sex Pistols, ahora, en el 100 Club de Londres.

Joe Strummer le contó a Mark Perry, responsable del fanzine Sniffin’ Glue, que desde mediados de los ’70, siempre llevaba en su bolsillo una radio a transistores (comprada por media libra en un local de segunda mano) para poder escuchar las radios piratas en el recreo de la escuela de arte.

En ese show en el 100 Club, donde telonearon por tercera vez a los Pistols, decidieron no hablar con el público, querían emular a Ramones enganchando las canciones. Siempre existen imponderables; al principio del set Keith Levene (guitarrista fundador, quien los acompañó hasta el 5 de septiembre de 1976, en el Roundhouse) rompe una cuerda y se produce una pausa horrible. Había 400 personas en la sala y para evitar el ridículo, Joe toma el transistor, lo prende, y lo coloca frente al micro. Un noticiero de la BBC salió del aparato emitiendo una alarma por una bomba del Ejército Republicano Irlandés (IRA) colocada en Londres. Dave Goodman, sonidista de los Pistols, le agregó efectos de eco y dub: Bomba, Bomba, Bomba. ¡¡Piccadilly, Piccadilly, Piccadilly!!, de esa manera se rellenó la pausa transformándose en una clásica anécdota del punk londinense.

Esa noche estuvieron presentes, invitados por Malcolm McLaren para que observaran a Sex Pistols, dos representantes de un sello discográfico estadounidense, quienes, al término de la noche, le expresaron al empresario devenido en manager: “Sí, han dado un show tremendo, pero no sabíamos que tenían tres guitarras”. Evidentemente, estaban hablando del grupo equivocado.

Hugo Gutiérrez