Puntano acaba de presentar su último trabajo discográfico, el cual es un regalo en varios sentidos. Porque está disponible en YouTube para que todos podamos escucharlo, porque es un excelente trabajo, y porque nos ayuda a no olvidarnos de temas importantes, revitalizando el poder del rock de protesta, poniéndolo en el tapete de la actualidad. En tiempos de Coronavirus, se agradece que se destaquen otros temas relevantes que nos lleven la mirada hacia esos pendientes.
Como inicio, destacaría la entrega y compromiso de un trabajo con letras que van al grano y que son un puñetazo a la cara, basadas en las carencias sociales y la desesperanza por el estado actual de las cosas. Se pone de manifiesto el conflicto frente a las situaciones planteadas y la falta de oportunidades (con el “no future” bien de manifiesto) sin renunciar a las canciones, con efectivos arreglos para la música que presentan. Un sonido compacto, con las voces transmitiendo toda la intención y con un muy buen trabajo de las guitarras, que en complemento con bajo y batería, logran que se siga al pie de la letra los lineamientos básicos del punk, reflejando su esencia en el todo. El máximo punto relevante, si se me permite, son las letras. Su contenido es fuerte y directo, y queda realzado por la entrega musical. Dejan al desnudo muchos temas, apelando a la concientización, y ambas cosas son siempre bienvenidas.
Componen el disco:
Hay profusión de datos del disco en la descripción de YouTube, la que recomendamos leer. De ahí extractamos lo siguiente:
Integran Puntano: Faustino Acuña (batería), Lalo Rivas (bajo y voz) Juanma Ribero (guitarra y voz) y Manuel Giordano (guitarra y voz). Invitados: Pablo Clavijo (voz en “Falsa humanidad”), Gerardo Vantroi (voz en “500 engAÑOS”), Miguel «El Negro» Rosano (compositor y voz en “Óscar y Andrea”), Angel Tudurí (recitados) y Mauri Lema Goñi (voz en “Makhnovtchina”).
Como las letras me parecen fundamentales, incluiremos las imágenes que acompañan al disco en YouTube, dejando que hablen por sí solas, limitando nuestros comentarios. Arrancamos al mango con “Condena social”, pautando ese compromiso que mencioné más arriba, y sonando impecable, como ocurrirá con todos los demás temas. “Fracasado” sigue la línea inicial, destacando los buenos coros que invitan a ser cantados.
En tercer lugar encontramos un recitado de un texto de Bukowski, muy apropiado y efectivo. Luego, la guitarra desgarrada inicial de “Tanto para nada” será fiel reflejo de lo que sigue en la canción. “Preso en la Capital” sigue, potente, con la visión “de afuera” de Montevideo. No hay descanso para iniciar “Falsa humanidad” ni para su desarrollo.
“La del Coco” se enfoca en una historia de la banda que difiere de la temática tratada hasta ahora, siendo el tema distinto letrísticamente, pero con la misma energía. “1984” nos sumerge en esa obra tan premonitoriamente fundamental, con su shockeante actualidad.
“Oscar y Andrea” explota desde el principio y puede hacer volar alguna peluca. Tiene un ritmo especial, cierta cadencia que destaca. “500 engAÑOS” cuenta otra dura realidad en un tema destacado, elegido para realzarlo con un video. La forma de cantarlo remarca la letra, inteligentemente. Cierra con el conocido texto de Galeano.
Palo y palo a la educación, todos muy merecidos, en “Viejos errores”. “Makhnovtchina” sí que es diferente. Por esta razón lo consultamos a Gonzalo Rivas, en una serie de preguntas que le hicimos en la nota que va al final del comentario. Sólo agregaremos que es un cierre notable del disco.
En resumen, un trabajo imperdible para los amantes del punk y para todos los demás que gusten del buen rock. Un bombazo sónico con letras para aprender.
Ariel Scarpa
SR: Si tuvieran que definir la propuesta de la banda con una sola palabra, ¿cuál sería?
Gonzalo: Conciencia, creo que esa es la palabra. Hace mucho que entendimos la responsabilidad de saber lo que conlleva acceder a un micrófono bastante seguido. Y bueno, respecto a eso tratamos de ser muy claros con el mensaje.
SR: El disco transmite un sentimiento de rebeldía y de urgencia. ¿Es correcto?
Gonzalo: Nuestra banda es nuestra militancia, por todas las causas que nosotros creemos justas. Es nuestro medio de difundir un mensaje en el cual creemos, en los cuales creemos. En cuanto a la urgencia, bueno, eso no es por Puntano ni por la música, la urgencia la está mostrando el mundo mires para donde mires: guerras por dinero, pandemias mundiales, seres humanos muriendo en una patera en medio del Mediterráneo, terrorismo de estado en Chile, la vuelta de la ultraderecha latinoamericana que vuelve por todo, etc. En cuanto al Uruguay: aguas con cianobacterias que vinieron para quedarse, leyes de riego que ponen en juego lo que más nos va a hacer falta, las multinacionales que vuelven con fuerza para quedarse con los recursos naturales de países «subdesarrollados», la falta de respuestas ante la búsqueda de desaparecidxs, femicidios en todo momento, un nuevo modelo represivo que están tratando de implementar, etc. En el plano internacional uno no puede hacer mucho, pero en lo de acá, tengo un hijo de 3 años y cuando crezca quiero haberme quedado tranquilo de haber hecho todo lo que estaba a mi alcance para revertir todo eso. Al menos, quedarme tranquilo de haber estado en la vereda correcta. Esa es mi urgencia.
SR: ¿Tienen más preponderancia las letras que la música?
Gonzalo: Para mí sí, pero sólo porque nadie sabe nada de música en esta banda; si algunas cosas salen lindas o escuchables es porque nos salió de casualidad, ja ja. Lo que sí es que cada disco de Puntano, en cuanto a lo musical, nace de escuchar y re escuchar cientos de discos, principalmente de bandas vascas y españolas. Ahí está nuestra verdadera influencia.
SR: «La del Coco» es una historia de la banda. ¿A qué refiere?
Gonzalo: “La del Coco” es un poco un homenaje a la última etapa de la banda, un poco la nostalgia por esos momentos también. El Coco es un amigo de toda la vida de Durazno que siempre ha estado aportando desde distintos lugares a la banda. Canta «Decadencia» en el primer disco, canta «Falsa humanidad» en Saciando Tus Caprichos, y en vivo siempre canta -aparte de esos temas- un par de La Polla. Era una etapa de la banda donde vivíamos todos en Montevideo, ensayábamos todos los jueves y día por medio nos encontrábamos todos en la casa del Juanma, el violero. Casa que le habíamos apodado «la cruda», de ahí la letra de la canción «partimos desde la cruda». En fin, el Coco fue el primero que le tocó volverse para Durazno, y ahí salió esa canción medio en broma de «el Coco se bandeó, la banda abandonó». Otro homenajeado en la letra es Rossi, primer violero de la banda, que siempre nos dice que estuvo de menos cada toque nuestro en plan El Malo (para que siempre sigamos tratando de mejorar). Ja ja, es nuestro medidor, por eso la letra reza «esta vez Rossi está contento». Ya muchos han seguido al Coco en el traslado a Durazno y hoy somos pocos los que quedamos acá en Montevideo, muchos recuerdos felices de esos años…
SR: El último tema, Makhnovtchina, ¿representa algo especial? ¿Por qué se incluye en el disco?
Gonzalo: Representa la utopía realizada, ¡el ideal llevado a cabo! Sea de la ideología que sea, en ese caso anarquista. Es el fin de una lucha y el haberla perdido después de haberla conseguido. Por eso la melodía es tan hermosa, no importa si no sabés francés (ninguno de nosotros sabe), la melodía actúa por sí sola, al menos para nosotros.
SR: Los dibujos que acompañan las letras parecen contar una breve historia. ¿De qué trata?
Gonzalo: el arte lo hizo Nicolás Rodríguez (Ezcaravago de nombre artístico) especialmente para el disco. La historia es un poco siguiendo el hilo de las letras, ir acompañándolas con ese personaje creado para Puntano (esa especie de duende cruza con diablo). Bueno, tienen esa continuidad los dibujos, como bien decís Ariel (préstenle atención al brazo izquierdo del personaje a medida que avanza el disco). Todo el arte diseñado por Ezcaravago fue compaginado y puesto a disposición de Saciando Tus Caprichos por Aldo Lacassy (el apache audiovisual), un excelente diseñador gráfico de la ciudad de Florida, que es el realizador del video lyric de «500 engAÑOS». Nos queda pendiente ponerle nombre a ese duendecillo, ja ja.