Memorias: La Tabaré Riverock Banda y Rescate

Esta serie de artículos se encargarán de rescatar del polvo del tiempo algunas de las memorias que nos quedaron de los momentos vividos mientras editamos la revista, a fines de los ’80. Tomando inicialmente el hilo conductor de los rockportajes, haré el ejercicio de traer al presente aquellos momentos, de los cuales inevitablemente surgen historias asociadas.

Las entrevistas que realizamos para Sólo Rock, durante la época de la revista y ahora con el blog, siempre terminan siendo de los aportes más importantes, ya que son el reflejo complementario de lo que los artistas muestran en el escenario dicho en sus propias palabras. Será la intención de estos artículos rescatar lo que la memoria permita recordar (ya que los rockportajes tienen 30 años) de lo que rodeó a cada nota hecha para la revista y otras historias que se concatenan.

 

La Tabaré Riverock Banda

Por el año 1987, Tabaré Rivero había logrado afianzar una muy buena integración para su banda. El aporte de Gustavo Ogara en la guitarra le daba un sonido rockero y una garra que potenciaba lo que hacía la banda. En aquel comienzo de nuestra aventura editorial, estábamos solos Winston Estévez y yo, y nos resultó un poco difícil decidir qué grupo sería el primero que entrevistaríamos: recién empezábamos y la movida rockera de fines de los ’80 ofrecía muy tentadoras opciones.

La Tabaré participaba de un evento con otras bandas en el escenario del actual Club Defensor Sporting, en la calle 21 de Setiembre. Así que allá nos dirigimos con nuestra cámara de fotos para tomar nuestras primeras instantáneas. Presenciamos el concierto, que por los recuerdos que nos quedaron estuvo muy bueno, y al final del mismo encaramos a la banda ni bien bajaron del escenario. La foto de la portada de nuestro número 1 muestra a la banda en ese instante, exactamente después de tocar, donde se hace evidente el momento en el rostro de Alvin, resultado de su despliegue físico.

Acordamos que la nota sería en el estudio Elepé, como no podía ser de otra manera. Ese día, la banda ensayaba y la entrevista sería a continuación, pero sin Andrea que no pudo quedarse. Fruto de nuestra inexperiencia, la entrevista no tuvo el mejor desarrollo, ya que las preguntas eran contestadas por Tabaré primero, luego por Rudy, después Gustavo y finalmente Alvin. Cuando llegaba el turno de él, resultaba que ya prácticamente todo estaba dicho. Nos encontramos con un Tabaré muy acostumbrado a hablar, y por lo tanto muy desenvuelto. Todos los integrantes del grupo se mostraron no sólo amables sino interesados en la nota. Si bien ya eran conocidos en esa época, se apreciaban todo tipo de entrevistas por la falta de difusión y medios de ese momento. Esto sería una constante en prácticamente todos los rockportajes.

 

Rescate

Rescate fue una banda que descubrimos en esos tiempos. Su propuesta de rock y blues destacaba en el panorama local, y el entusiasmo y entrega de su guitarrista, Ramón Aloguín, era algo que llamaba la atención particularmente.

A la banda la vimos por primera vez en El Templo del Gato y ahí mismo concertamos la nota. Lamentablemente no recordamos dónde fue hecha, pero lo que sí nos quedó grabado y pudimos seguir comprobando después fue lo buena gente que resultaron todos. Ramón fue de los pocos músicos que constantemente se mantenía cerca de la revista, aportando datos sobre otras bandas locales, haciéndonos partícipes de todas las novedades de su grupo, y apoyándonos constantemente en nuestro trabajo. Con el correr del tiempo, la relación crecería llevándonos a compartir vinilos en visitas que hacíamos a nuestras respectivas casas. Más en lo personal, Ramón fue manager de la banda en la que yo tocaba entre 1989 y 1990, lo que llevó a que presenciara muchos de nuestros ensayos y toques. Fue muy importante para nosotros.

El Pato Acevedo también fue un descubrimiento para nosotros, un tipo de primera. Quiso la vida que su hija Cecilia fuera parte fugazmente de otra banda en la que yo participaba, allá por el año 2006. Y además tuve el gusto de ensayar y tocar con él un par de veces, como banda de apoyo a su hija. Tremendo tipo.

Jorge Acosta, el batero, prestaba su casa de la calle San Martín para los ensayos de Rescate. Otro tipo genial, generoso. Presenciamos varios de esos ensayos en los que vimos crecer a la banda. Jorge también prestó su casa y su instrumento para que Luz Roja se reformulara y ensayara, allá por 1988, cuando supe ser manager de ellos por un corto período. Horas y horas de fines de semana viendo crecer a ambas bandas. Un lujo.

Ariel Scarpa