Rage Against The Machine – S/T (1992)

El 3 de noviembre de 1992 fue la fecha elegida por Epic Records para poner a la venta este álbum, que marcaría un antes y un después en la música rock. La conjunción de estilos diversos que resultaron en una mezcla única y potente, sumada al contenido de las letras, enmarcarían la propuesta de RATM dentro del concepto más amplio de la definición de contundente.

Contundente desde que se visualizaba la tapa del disco, ocupada en su totalidad por gran parte la foto de Malcom Browne de la inmolación de un monje budista vietnamista enfrente de la embajada de Cambodia en Saigón, el 11 de junio de 1963. Con este acto, el monje protestaba por la opresión del gobierno hacia la religión budista en Vietnam del Sur. Reclamaba igualdad religiosa en un país mayoritariamente budista con un gobierno católico. Relatos de la época sobre la inmolación dan detalle de que el monje, sentado en posición de loto, nunca se movió o emitió sonido mientras era consumido por las llamas. Curiosamente, o no tanto, el corazón nunca se quemó, ni siquiera luego de ser cremado nuevamente en el funeral. El poder y el impacto visual de la foto acompañaban impecablemente el contenido de este primer disco de la banda.

El grupo mantuvo su formación a lo largo de toda su carrera. Lo integraron Zack de la Rocha en voz, Tom Morello en guitarra, Tim Commerford en bajo y Brad Wilk en batería. Estuvieron activos desde 1991 hasta el 2000. Luego de un tiempo, en 2007 retoman la actividad hasta 2011, donde se vuelven a separar. Actualmente Morello, Commerford y Wilk integran Prophets of Rage, junto a Chuck D (de Public Enemy) y B-Real (de Cypress Hill).

Metal, hip hop, rap, funk y rock son los componentes musicales que más se identifican en la música de RATM. La mezcla resulta explosiva, con potentes intervenciones de los cuatro integrantes. La forma de interpretar de de la Rocha es un sello identificatorio imborrable, que resume toda la Ira en Contra de la Máquina. Las intervenciones magistrales y únicas de la guitarra de Morello abren un camino donde el instrumento cumple varias funciones, llevándolos a aclarar en los discos que todos los sonidos eran hechos con guitarra, bajo y batería, descartando otras fuentes. Morello tiene su estilo propio, diferente, mostrando versatilidad y potencia. El bajo de Commerford no se puede decir que acompaña la propuesta, porque realmente es parte fundamental de la misma. Y los tambores en manos de Wilk suenan precisos y contundentes, marcando limpiamente la base y siendo protagonistas del todo.

Los temas que componían este primer trabajo de la banda eran:

  • Bombtrack
  • Killing in the Name
  • Take the Power Back
  • Settle for Nothing
  • Bullet in the Head
  • Know Your Enemy
  • Wake Up
  • Fistful of Steel
  • Township Rebellion
  • Freedom

La explosiva mezcla resulta aplastante, con arreglos siempre originales y sorprendentes, derrochando recursos sin perder en ningún momento ni el objetivo ni la fuerza. Sabrán disculpar los que no sepan inglés, pero me será necesario citar algunas frases de cada tema. De cualquier manera, podrán traducir con el Sr. Google.

Desde el inicio queda muy claro cómo será todo desde ahora en adelante. Bombtrack comienza con toda la furia que el grupo desarrollará tema a tema, plasmada, como ya comenté, en la música y en la letra. Este tema era infaltable en sus presentaciones. “Landlords and power whores on my people they took turns” es sólo un pequeño trozo de este bombazo.

Killing in the Name mantiene el tono y redobla la apuesta, transformándose en uno de los clásicos de la banda; “And now you do what they told ya” se repite y se repite, para que quede claro, cerrando el tema con “Fuck you, I won’t do what you tell me” para que… quede claro.

Take the Power Back también resulta bastante claro en lo que plantea, siguiendo la línea: “I’m inferior? Who’s inferior? Yeah, we need to check the interior of the system that cares about only one culture, and that is why we gotta take the power back”.

No se dejen engañar por la calma inicial de Settle for Nothing, que tiene lo suyo, con una letra muy cruda: “A jail cell is freedom from the pain in my home”. El solo de guitarra será quizás el más tradicional y por lo tanto el más “original” del disco.

Bullet in the Head es uno de mis preferidos, cuestión bastante difícil de determinar en un disco tan excepcional. Otro mensaje más que claro: “Believin’ all the lies that they’re tellin’ ya, buyin’ all the products that they’re sellin’ ya, they say jump and ya say how high? Ya brain-dead, ya gotta fuckin’ bullet in ya head”. El minuto y 50 segundos finales del tema son… indescriptibles.

Know Your Enemy, otro clásico, “another bombtrack”, como dice Zak al inicio. Otro tema que es dinamita pura, otro preferido repetido en infinitas escuchas a lo largo de los años. “WHAT?! The «land of the free»? Whoever told you that is your enemy!” y “Now action must be taken, we don’t need the key, we’ll BREAK IN!!” son claros ejemplos de la orientación que tiene el tema, aparte del increíble final: impresionante, aplastante.

Sigue Wake Up, creando ese clima tan especial, magistralmente aplicado en la banda sonora de The Matrix. Otro gran tema del cuarteto, que no se ahorra palabras para transmitir sus conceptos. “Whadda I got to do to wake ya up, to shake ya up, to break the structure up?”.

Fistful of Steel es otro bombazo con esas letras que duelen. “And if the vibe was suicide, then you would push da button. But if ya bowin’ down, then let me do the cuttin`”.

No menos amenazante que otras tantas canciones resulta Township Rebellion, con frases como “Our freedom or your life” y “Fight the war, fuck the norm”. El mensaje se afirma.

Freedom tenía que ser el tema que cerrara este disco. El nombre de la canción encierra mucho del contenido que se busca hacer llegar al oyente. “They’re sending us to early graves for all the diamonds” es literal y metafórica. “Anger is a gift” es explícita, seguida de una parte musical muy representativa del concepto.

A quien le cueste seguir las letras, ya sea por la rapidez con que se expresan, por estar en inglés o por el lenguaje usado, puede perfectamente concentrarse en la música, que es brillante en su abanico de ideas y en las distintas formas de plasmarlas.

Las palabras generalmente no alcanzan para describir la música en general, por eso siempre la invitación es a vivir la experiencia. En el caso de este disco, cualquier adjetivo quedará corto y será mezquino en tratar de ilustrar su contenido. Si queda alguien que no conozca a la banda, no pierdan oportunidad de tomar contacto con este disco y los siguientes que se editaron. Será algo único.

Ariel Scarpa