El 24 de setiembre de 1991, Nirvana lanzó Nevermind, un álbum que no sólo marcó un hito en la historia del rock, sino que transformó la cultura musical y popular de los años ’90. En su 34° aniversario, celebramos la relevancia perdurable de esta obra maestra del grunge, un disco que catapultó a Nirvana al estrellato mundial y dejó una huella imborrable en generaciones de músicos y fans.

“Ser pobre es como darte un baño de agua helada: a nadie le gusta, pero en cierto modo sienta bien. Hace que tus sentidos estén más despiertos”. Esos dichos, de William Reid, abren la formidable autobiografía, a dos voces, de los Jesus And Mary Chain publicada, en castellano por Contraediciones en 2024.

In the history of punk, there are names that sound like anthems: Sex Pistols, The Clash, The Damned… but behind the bands, there was a group of young people who, without playing a single chord (or just a few), became protagonists of the scene. That group went down in history as The Bromley Contingent.

En la historia del punk, hay nombres que suenan como himnos: Sex Pistols, The Clash, The Damned… pero detrás de las bandas, hubo un grupo de jóvenes que, sin tocar un solo acorde (o tocando muy pocos), se convirtieron en protagonistas de la escena. Ese grupo pasó a la historia como The Bromley Contingent.

El 20 de setiembre tendrá lugar un evento musical sin precedentes. No por su formato o por el lugar donde se dará, sino por el contenido que se plantea. Se viene Encordio, un neologismo que quizás perdure como nuevo concepto musical. En un mismo día coexistirán propuestas tan variadas que van desde música electrónica, pasando por sonidos que se arriman al cabaret europeo, experimentación instrumental, Radiohead mezclado con tambores, hasta psicodelia con tintes Stoner y mucho rock. El evento será en el Teatro del Centro Cultural Terminal Goes, en General Flores y Domingo Aramburú. El 20 de setiembre a las 19 horas.

Cuenta Andrea Prodan que el 13 de diciembre de 1977, The Clash tocó en el mítico Rainbow Theatre de Londres, show para el cual Luca consiguió un par de entradas. Fue así como los dos hermanos, subte mediante, asistieron al teatro ubicado al norte de la capital inglesa.

Durante la segunda mitad de la década de 1980 y principios de la de 1990, Uruguay experimentó un florecimiento de la cultura fanzinera, impulsada por un contexto sociopolítico de apertura democrática y la efervescencia de la subcultura punk y postpunk. Estos fanzines, publicaciones autoeditadas y de bajo presupuesto, se convirtieron en una voz alternativa y un medio de expresión vital para jóvenes, inquietos, artistas emergentes y activistas.