Abril 28 – Buscando La Perfección

Abril 28 se destaca en su propuesta rockera por la contundencia y el cuidado puesta en la misma. Así lo demuestran sus grabaciones, donde la compleja música se combina con las correspondientes letras para lograr tener un set de canciones que los hacen sentir orgullosos y que impactan en su público. Bruno Liguori (voz), Gino Carnicelli (guitarra) y Nicolás Norik (bajo) integran actualmente Abril 28, nombre devenido de la fecha de cumpleaños de la hija de Bruno. La reciente edición de su EP Perdidos En La Obsesión, los muestra en un gran nivel, lo que nos llevó a entrevistarlos en esta oportunidad. A continuación, reproducimos los comentarios de los tres integrantes.


SR: ¿Quién cuenta la historia de la banda?

Bruno: La formé entre 2016 y 2017. Yo venía de tocar toda la vida death metal, thrash, cosas del palo más extremo del metal. Pero desde chico siempre había querido tener una banda de punk, algo más melódico. Quería poder tener esa sensación de poder mostrarle mi música a alguien y que no se espantara. Porque por más que a mí me encanta el metal y todo lo que es extremo, es como un gusto adquirido. Si se lo mostrás a alguien que no está en esa, no lo entiende, le cuesta un montón asimilarlo y le genera rechazo. En cuanto a grabaciones, todo lo que había hecho era súper precario, y quería hacer algo que fuera más amigable al escucha promedio, hacer algo diferente e influenciarme completamente por otra música que también me gusta mucho y que no había tenido la oportunidad de tocar, que era punk, más del lado del pop punk. Soy fanático de Blink 182. Es una de las bandas que más me influenció en mi vida, tanto en la personalidad como en lo musical. Y además quería aprender a cantar y tener la instancia de ser el frontman de una banda. Así arrancó. Como nunca había escrito una letra en mi vida, tuve que aprender a componer, y escribí mis primeras canciones. Me llevó a tratar de entender cómo era que se estructuraba ese lado de la música. Ahí llamé a Nicolás, que fue el primer guitarrista. Yo hacía bases y cantaba y él era la lead. Estaba mi hermano en el bajo y un amigo en la batería. Fue la formación más primitiva de la banda. Las primeras canciones que compuse fueron “Es mi camino”, “Igual 2 veces” y “Jersey shore”. Aún queriendo cambiar la mentalidad de querer salir lo más posible del metal, las primeras canciones eran bien pop punk con alguna cosita un poco más hardcore, pero en las otras inevitablemente empecé a hacer una mezcla entre lo que era más punk con algunas cosas del metal.

Gino: En realidad, fue de a poco.

Nicolás: Lo que pasa es que al principio hacíamos muchos covers de bandas de punk y de post hardcore y canciones nuestras. La influencia del post hardcore se notaba en todo.

SR: Para ser pop punk, era bastante fuerte.

Gino: Sí, ya se notaba en esas canciones iniciales que había compuesto Bruno. Si bien eran mucho más melódicas, tenían partes en que se sentía la fuerza y que era un poco más pesadito, pero sin perder la parte popera que es lo que tiene el gancho.

Bruno: Sí, la cuota de estribillo súper pegadizo.

Gino: Bien influenciado por el punk californiano. Sum 41 y Blink sobre todo, son bandas que siempre nos marcaron. Creo que la idea de Bruno era esa, sin dejar sus raíces de metal, lograr una fusión de algo nuevo que pueda congeniar bien, que sea agradable al oído.

Nicolás: Creo que empezamos a cambiar el género con “Quiénes eran mis dioses”, que fue como el primer single más metal, antes del disco.

Gino: Y en “Igual 2 veces” se sintió más el cambio.

Bruno: Creo que la bisagra musical más significativa de la banda fue cuando entró Gino. La formación original se había disuelto, porque Esteban, que era el baterista, vio que la banda estaba tomando un volumen de seriedad que él no quería asumir. Él se quería divertir y yo quería llegar lo más lejos posible con lo musical. En un momento como que me quedé solo, porque mi hermano sólo estaba cubriendo el puesto, ni siquiera tenía bajo. Nicolás seguía estando.

Nicolás: No nos juntábamos a tocar ni nada. Ahí hubo una instancia de empezar a componer más profesionalmente las canciones que sacamos.

Bruno: Aproveché esa instancia que no podíamos tocar para empezar con esa etapa de producción. Componer, pulir las ideas y la parte de escritura, y cuando logré tener cuatro temas, elegí los dos que más me gustaban y me tiré a grabarlos. Quise dar el salto de calidad haciendo que suene profesional de forma significativa en cuanto a industria. Yo no sabía absolutamente nada ni de grabación ni de producción, así que fui al único lugar que conocía que se grababa, que era una sala de ensayo. Grabé bajo, guitarra, programé las baterías con ayuda de una persona. Pero en un principio y antes de grabar tuve la iniciativa de delegar el trabajo posterior para que fuera tratado de forma profesional en serio y confiando con una persona que no tuviera errores, que me asegurara que me iba a entregar el producto que quería tener y escuchar. Empecé a indagar y di con Andrew Wade, que es el productor de A Day To Remember y muchas de las bandas que nosotros escuchamos y de las cuales somos fieles seguidores. Le mandé un mail y el tipo me responde diciéndome que había escuchado los demos y que le parecía que estaban buenos. Cobraba 450 dólares por canción por la mezcla y el master. Me había mandado un pdf de dos páginas con los detalles a considerar de la grabación para poder mantener un mínimo de calidad y que pudiera hacer su laburo. Con esas especificaciones, me tiré a grabar. Cuando estuvo pronto se lo mandé, y a las dos semanas y media, me lo devuelve. Es el material que está subido, que deben ser de las canciones pop punk uruguayas o en español en general que mejor suenan. Hasta el día de hoy me parece que es algo excepcionalmente bueno. Hoy, que sé un montón más, me doy cuenta de las carencias de la grabación y el laburo del tipo; lo que le había mandado era súper precario. Estaba bien tocado, pero en términos de calidad, era lo más bajo a lo que se puede acceder. Con eso, piré, me explotó la cabeza. Me determinó todo lo que pasó desde ese momento en adelante.

Gino: Fue a partir de ahí que quiso armar la banda en serio.

Bruno: Me cambió totalmente la cabeza y quise armar algo más sólido con gente que yo sintiera que iba a estar con el mismo nivel de compromiso que yo tenía, que compartiera mi visión. Llamo a Gino, que es el hermano de uno de mis mejores amigos, porque sabía que había tocado el bajo y luego había pasado a la guitarra y que escuchaba la misma música que yo. Luego vuelvo a llamar a Nicolás.

Gino: Todos nos conocíamos, porque yo había hecho la escuela con Nicolás. Se dio que pudimos armar el proyecto siendo amigos.

Nicolás: A Bruno lo conozco porque soy amigo del hermano.

Bruno: Es todo como muy familiar, muy de barrio.

Nicolás: La diferencia fue que Gino entró como guitarrista y yo pasé al bajo.

Bruno: Ahí empecé a pivotar. En un momento me di cuenta que el nivel de exigencia que estaba queriendo tener en la voz no me estaba dando para poder cumplir con la cuota de la guitarra. En el primer toque le pedí a Nicolás si podía pasar a la guitarra y yo pasar al bajo, porque eran líneas más fáciles y me iba a permitir desenvolverme un poco mejor en la voz.

Nicolás: Esa fue la única vez que toqué la guitarra en vivo.

Bruno: Llegó un momento en que quería enfocarme mucho en la voz, pulir la parte de canto, y además sentía la necesidad de poder estar distendido. Ahí fue una lucha intentar hacer una formación de cinco personas. Cuando entra Gino, la cosa empieza a evolucionar. Yo siempre había estado muy obsesionado con el tecnicismo, y mis ideas y las cosas que quería hacer era tirarlas para el lado más popero, más punk, más fácil.

Gino: Él ya venía de ese palo y quería enfocarse en eso otro. Cuando entro a la banda me encantaba el punk, al igual que me gustaba el metal. Me pasaba lo mismo que a Bruno, pero yo no había podido estar en una banda de metal. Se dio la oportunidad que, si bien era bastante pop punk y a mí me recopaba eso, lo quería llevar más hacia el lado más pesado. Básicamente, le empecé a comer la cabecita a Bruno.

Bruno: La evolución musical que tuvo la banda fue Gino queriendo bajar la afinación. Empezamos con Drop D y después la bajamos medio tono y así empezó a escalar. Llegó a estar en Do sostenido, donde la afinación determina un poco esa onda de la música, y empezaron a aparecer riffs un poco más agresivos, cosas del palo del metal y del hardcore.

Gino: Y después no hubo vuelta atrás.

Bruno: Yo me estaba cebando, porque eran necesarios sólo dos manijazos para que se me fuera la bocha de vuelta. Les pedía por favor que nos controláramos, porque sabía que íbamos a terminar en una situación donde yo iba a traer ideas que iba a ser un huevo poder desarrollar, con un nivel de dificultad muy alto, donde conseguir gente que lo tocara iba a ser un huevo. Nosotros mismos íbamos a estar súper exigidos metiendo una bocha de ensayos para poder representarlo. Y en pandemia, se fue a la mierda. Nos quedamos sin banda, y con Gino nos quedamos internados un año laburando.

Gino: En realidad no era como que oficialmente la banda no estaba más, sino que algunos se habían ido por temas personales y teníamos a Tomás, que era como una especie de contratado. Quedamos solos pero queríamos seguir con el proyecto.

Bruno: En el momento de la aislación ni nosotros nos juntábamos y no sabíamos qué hacer.

Gino: Después surgió que nos juntábamos a tocar en mi casa en Montevideo y salían cosas.

Bruno: Quedaban grabadas en un celular.

Gino: Revisando el celular encontré cosas interesantes y se las mandé a Bruno, que ya tenía el estudio armado como para producir un poco la música. A raíz de eso, él aparece con el primer tema que abre el primer disco de Abril 28.

Bruno: Que es “Untitled” y es el tema más técnico de la banda, potencialmente. Y ahí se fue todo a la mierda, porque era un temazo.

Gino: En ese momento no había ni la idea de hacer un disco. Él justo se iluminó con esa canción y me la mandó.

Bruno: Empezó ese proceso de escalar. “Untitled” es metalcore, técnico puro y duro, además.

Gino: Como ya no había que cumplir un requisito de seguir algo, fue componer lo que saliera.

Bruno: Fue ver qué me llenaba el corazón.

Nicolás: Los integrantes que se fueron, el baterista y el otro guitarrista que había, fue más que nada por el tecnicismo que estaba tomando la banda, incluso antes de eso.

Gino: Previo a eso habíamos logrado conformar una integración donde éramos cinco. Habíamos empezado a tocar incluso en el interior; hubo como una seguidilla. Fue la etapa en que la banda tuvo más solidez.

Bruno: Es lo que dice Nicolás, en ese momento yo quería darles un poco más de sazón a los temas. Me quería desafiar a mí mismo haciendo un tema de cuatro acordes, re estúpido, porque siempre había sido todo súper técnico, con mucha digitación y arreglos, con mucha viola. Era cuestión de ver si podía hacer un tema instrumentalmente más simple y enfocarme más en la parte melódica y en las rimas. Pero llegó un punto en que dejó de ser tan divertido, era fácil. Entonces surge esa necesidad de desafiarse constantemente y entretenerme con lo que estoy tocando. Más adelante nos dimos cuenta que hay dos formas de poder divertirse con la música: se puede hacer como músico o como banda, que son dos cosas diferentes. Lo último implica tener una banda que se junta a tocar canciones y lo hacen bien. No necesariamente tiene que ser divertido cada uno en su instrumento, es el proyecto que está demostrando lo que puede hacer. Yo no me había dado cuenta de eso, siempre lo veía desde el lado individualista, donde yo me tenía que divertir. Pasé de hacer cosas que eran fáciles de tocar y que nos divertíamos como banda a querer subir un poco la vara manteniendo la esencia punk pero tirando más a post hardcore, como la incorporación del doble pedal de bombo en algunas partes de la percusión.

Gino: Fue paulatino eso de ir cambiando de género.

Bruno: Y llegó algún tema que el batero no podía tocar, no le salía. Yo no soy baterista, pero algunas cosas que quería desarrollar en base a lo que componía, lo hacía literalmente desde el instrumento. No me cabía en la cabeza que yo pudiera estar haciendo cosas que el baterista no podía hacer.

Gino: La banda estaba tomando cierto camino donde la persona no podía. Eso trajo complicaciones con varios músicos.

Bruno: Ese fue el primero y luego escaló. Fueron apareciendo otros temas que eran objetivamente difíciles donde había que sentarse horas a practicar y había músicos que no estaban dispuestos. Optamos por llevarlo cada vez a un plano más técnico con cosas más complejas, intentando no perder la esencia punk y la parte melódica.

Nicolás: Por más que seas un buen músico, se notaba que cualquier persona tenía que sentarse a practicar las canciones, porque sino no salían. Había gente que no estaba dispuesta y estaba en todo su derecho de sentirse cómodo con lo que estaban haciendo.

Bruno: Me lo re cuestioné en un momento, porque estaba costando un montón tener una banda manteniendo la consigna, donde hago un riff o un tema y pretendo en que lo ejecuten de la forma en que lo hice. Eso no estaba pasando. Era horriblemente difícil encontrar a alguien que al menos diera la chance de intentarlo. Muchos decían “me encanta la banda pero no quiero someterme a eso”.

Nicolás: Claro, sacaban la primera canción pero después veían que había diez más iguales.

Gino: Eso también explica porqué Abril 28 ha sido tan inconsistente en la formación a lo largo de los años.

Nicolás: Tenemos la consigna de hacerlo lo mejor que se pueda, incluso con la equipación que implica un gasto. Al grabar el disco, por ejemplo, cambiamos todas las cuerdas de los instrumentos en cada canción.

Bruno: Una púa por riff… Son cosas que hacés en el momento en que empezás a prestarle atención a los detalles.

Gino: Creo que fue el primer disco que se grabó, incluso para Bruno como productor, de esa manera. Hemos aprendido mucho.

Bruno: Al día de hoy, es el disco con más nivel de detalles que he hecho.

Gino: Llevó como 6.000 horas durante un año y medio, entre composición, grabación, mezcla y master.

Bruno: Fue un laburo fino.

Gino: Justo se dio que estaba la pandemia y nos permitió juntarnos con Bruno, y teníamos el estudio y las herramientas. Fue dedicarle tiempo, nomás. No sé de dónde salió la inspiración, pero los temas empezaron a salir.

Nicolás: Inclusive antes del EP, salió el tema de Sondor.

Bruno: De ahí salió el disco Segundos De Nadie. La consigna del disco fue el contrato.

Nicolás: Para el video de “Igual 2 veces” se contrató una persona que está vinculada al sello y que hace equipos, cajas uruguayas que prestó para la producción del video.

Bruno: Le había gustado la banda y la impronta; le había parecido que era como muy profesional y con muy buena actitud. Ocurrió que Nacho Abal, que es el CEO de Sondor, me llama para tener una reunión.

Gino: Se llevó un demo.

Bruno: Se preparó un demo de cuatro o cinco temas que quedaron en el disco, que fueron grabados en un par de días y que representaba lo que era la banda en ese momento. Terminamos cerrando contrato por un disco, donde nos financiaban una parte. ¿A cuántos les dan plata para que hagan su música? Ya era un delirio.

Nicolás: Con costear los insumos de cuerdas y púas, ya era mucho.

Bruno: Voy a revelar el número: nos dieron como mil y pico de dólares. Pero para el nivel en que laburamos nosotros, la realidad es que esa plata para un año de laburo… Era obvio que no íbamos a poder costear el disco con el presupuesto que nos estaba dando el sello.

SR: Fue una buena señal por parte del sello el hecho de haberlos contratado y darles algo de dinero.

Bruno: Sí, obvio. Lo que presentaba la banda era prometedor. Hasta el día de hoy me parece que es algo excepcional. Abril 28 tiene algo que no tienen otras bandas.

SR: ¿Qué es eso que tiene Abril 28?

Bruno: Es el trabajo, las horas de laburo. Estúpidamente obsesionados con el tema de buscarle la vuelta hasta el infinito.

Gino: Ya sea con las letras o con la composición, buscando que no sea repetitivo o reciclado. Hemos hecho temas enteros y que han sido descartados porque no terminaban de convencer o había que reestructurarlos. Eso llevó también a que demorara más el disco.

Bruno: Realmente hicimos un disco tipo profesional.

Gino: Aprovechamos la oportunidad que nos daba un sello como Sondor. Si bien no era suficiente, obviamente nos re servía. Fue un incentivo a continuar con eso.

Bruno: En términos de composición y ejecución fue no sólo lo mejor que pudimos hacer en ese momento, sino que estaba bastante por arriba de la media a lo que estábamos acostumbrados a ver del laburo de producción de bandas, al menos de rock y metal de acá de Uruguay. La carencia estuvo en lo que fue mi laburo de mezcla y master, que no estuvo mal, pero fue mi tercer disco como productor en unos tres años que llevaba produciendo. Era obvio que no iba a poder lograr un material de la misma calidad de sonido al que estábamos acostumbrados a escuchar de las bandas de primer nivel del exterior.

Gino: Esa siempre fue como que la consigna en cuanto a sonido de Abril 28, que si bien somos de Uruguay, siempre quisimos sonar bien, que se note la calidad. Mucha gente nos ha dicho que no parece de acá. La consigna fue tratar de lograr algo que la gente escuche y se cuestione si era de acá o de dónde.

Bruno: Si hay algo que reprocharle a ese disco es mi trabajo como productor, donde hice lo que pude con lo que sabía en ese momento. Lo di todo. No quedó mal, pero si se lo hubiéramos mandado a un profesional, hubiera quedado increíble, vigente de acá a 20 años, capaz. Pero estamos hablando que había que gastarse 20.000 ó 30.000 dólares en mezcla y master para que la repercusión fuera prácticamente la misma que tuvimos. Hubiera sido por satisfacción personal.

Nicolás: Te sirvió como experimento para vos para ver tu alcance o también para ver cómo crecer como productor.

Bruno: Obviamente aprendí un montón de ese disco.

SR: ¿Qué repercusiones tuvieron de la difusión de ese disco?

Nicolás: Tenemos un amigo, Luis Pablo, que nos consiguió pila de entrevistas. Sus contactos nos ayudaron a difundir un poco más el material.

Gino: La mayor repercusión que tuvo ese disco fue que estuvo nominado en los Premios Graffiti al mejor disco en la categoría de hard rock y metal.

Bruno: Para mí, la repercusión del disco fue excelente en relación al contexto en el que estamos. Hay gente que se hizo fan de la banda a muerte con ese disco. Gente que no entendía cómo unos tipos totalmente desconocidos habían logrado un material así.

Gino: Sin currículum.

Bruno: La realidad es que poder llegar a un alcance masivo, dar ese salto, no es sólo tener un material increíble, lo tenés que acompañar de una buena presentación en vivo. Y lo que pasó con ese disco era que estaba increíble pero estaba intocable.

SR: Justamente iba para ahí ahora, porque una cosa es el estudio y otra tocarlo en vivo.

Bruno: Nosotros lo tocamos. Nos sentamos a practicarlo obsesionadamente y lo tocábamos. Nos costó un montón, al principio no salía perfecto.

Nicolás: La mejor experiencia que tuvimos al ejecutar cosas del disco fue en una presentación en el Syko Open Day, donde se presentan emprendimientos uruguayos de música como pedales, fundas, guitarras, luthiers. Ahí presentamos un par de canciones sólo instrumentales. Bruno y Gino ya venían practicando dos o tres canciones del disco y yo también quería entrar. Me tocó aprenderme dos canciones de cero y estuve por lo menos ocho horas por día practicando para poder llegar bien a esa fecha y ejecutar bien las canciones.

Bruno: De alguna forma, ahí demostramos que Abril 28 podía tocar eso. El nivel de detalle que habíamos logrado en la ejecución, se notó.

SR: No es sólo un disco para los músicos para que vean el valor de lo que están haciendo sino para la gente, también, a los que le llega más allá de las riquezas instrumentales que puedan aportar.

Gino: En cuanto a letras y composición, como que llevamos ese disco a algo más maduro.

SR: También lo digo por el formato de canción.

Bruno: Son canciones que son relativamente fáciles de digerir porque son estructuras medias clásicas, temas cuadrados. Internamente tienen mucho contenido, por los riffs o por algunos detalles. Hay mucho arreglo y está la letra, pero en sí son temas bastante fáciles de digerir. Tienen alguna cosa progresiva, algún cambio de tiempo o de métrica, pero son detalles. Lo general es que son 4/4 para adelante, con la riqueza máxima que se pueda. Y para el nuevo EP Perdidos En La Obsesión fue otra vez como un nuevo desafío.

Nicolás: La consigna original era que si lo íbamos a componer ahora, tenía que ser más fácil. El año pasado se nos había ido uno de los guitarristas y ya no teníamos baterista; quedamos nosotros tres. Vimos que o nos poníamos a hacer otra cosa o nos amoldábamos nosotros tres a ejecutar lo que había para tocarlo en vivo. Ahí entraron en escena la parte clave de esta banda, que son las consolas que compramos, donde pudimos tirar la batería en su momento, o pistas o demás, que son apoyos a lo que hacemos.

Bruno: El gran problema de esta banda era la batería, encontrar un tipo que realmente tuviera ganas y condiciones previas de teoría y práctica.

Gino: Tenía que tener un cierto nivel para poder tocar esos temas de base.

Bruno: Ni siendo contratado, porque les llevaba un mes sacar un tema.

Nicolás: Entonces Bruno se colgó de vuelta la guitarra y pasó a cantar y tocar. Yo arranqué a tener más presencia en la voz. Ensayando, practicando y viendo qué podía hacer cada uno, podíamos llegar a hacerlo, pero perdimos lo que era el disfrute de tocar en vivo.

Bruno: Estábamos muy exigidos en pos de poder tocar bien el disco de la forma en que está presentado con la cantidad de músicos que tenemos.

Gino: De hecho, el disco está grabado a dos voces. Hubo que hacer una repartija de las partes, sino no se podía, literalmente.

Nicolás: Hubo canciones, como “Mi prisión”, que Bruno pensó que era imposible cantar y tocar, pero lo logró hacer casi perfecto.

Bruno: Es real que la disciplina lo puede todo. Las cosas que parecen imposibles, hay una instancia de práctica de muchas horas donde llega un punto en que lo podés ejecutar. No quiere decir que lo disfrutes, estás todo tomado, tenés todo el cerebro enfocado en lograr esa independencia, y algo va a tener que ir en automático porque no puedo estar pensando en tres cosas. Eso, de por sí, es un estrés.

Nicolás: Basados en todo eso, la consigna del EP era bajarle un poco la pelota a eso. Podíamos seguir haciendo lo que veníamos haciendo pero más tranquilos y poder disfrutar más de la ejecución de las canciones, pero ‘ta… no pasó (risas).

Bruno: Se intentó y no pasó. Hice el esfuerzo porque realmente quería, pero empiezo a desarrollar ideas y aparecen cosas que están increíbles.

Nicolás: Nosotros lo escuchábamos y no le podíamos decir nada porque sonaba genial.

Bruno: Un día me puse a tocar la guitarra y di con una idea y vi que era un temazo, que es “Corriendo en círculos”.

Gino: Claro, no cumplía con la consigna.

Bruno: Ese no se puede tocar y cantar.

Gino: Sino había que reestructurar el tema de cierta manera para que se pudiera hacer eso de una forma más fácil. Eso implicaba cambiar el tema, y nos gustaba como estaba.

SR: Cuenten algunos detalles del EP nuevo, Perdidos En La Obsesión.

Bruno: Básicamente, el EP es una continuación de lo que es el disco Segundos De Nadie, en el sentido en que retoma medio desde donde lo dejamos. Las últimas canciones que compuse del disco, siento que es como lo mejor de ese disco. Entonces, al momento de escribir nueva música, naturalmente retomé desde ahí, temas como “Mi prisión”, “Promesas vacías”, esas dos más que nada, que fueron las que más me marcaron. Yo ya sabía que mi inspiración iba a ir para ese lado. Cuando comienzo a componer de vuelta, sentía la presión del tiempo que había pasado desde Segundos De Nadie. Me había costado tanto lograr ese disco que me tomé un tiempo para volver a sentarme a sufrir de vuelta. Incluso cuando ya había comenzado a componer, Nacho Abal me preguntó qué me veía haciendo musicalmente después de ese disco. Le dije: “Mirá, no sé bien qué es lo que va a pasar, pero tengo un gran presentimiento de que voy a terminar haciendo algo con muchos sintetizadores, con mucha producción, porque me está tirando para ese lado. Siento que estoy queriendo hacer cosas así”. Y ni siquiera había terminado de componer el disco. Efectivamente, las últimas canciones terminaron teniendo una cuota de sintetizadores y elementos electrónicos. Para este EP retomé desde ahí y lo llevé al siguiente nivel, porque sentí que ya había experimentado con eso y quise probar un poco más. Empecé a combinar elementos electrónicos y sintetizados con elementos más clásicos. Porque además, hace un año y algo, había tenido la experiencia de tener que escribir música para la banda sonora de un documental, donde todo fue muy orquestal. Entonces me sentí muy cómodo y satisfecho haciendo eso, desarrollando ideas en esos instrumentos. Llegado el momento de componer música para Abril 28, sabía que algo de eso iba a meter. De ahí sale un poco el porqué llevé “El lado oscuro de la vida” a ese nivel. Compuse la música, y cuando tuve gran parte de la instrumental, sabía que tenía que hablar de algo más profundo, un poco más en serio, no de cosas filosóficamente intangibles, porque era un tema que era más oscuro y daba para tocar una temática un poco más profunda y personal y no algo tan filosófico. Igualmente, todas mis letras tienen una gran cuota de filosofía, pero ese tema es mucho más directo. Es una historia, ni siquiera es un concepto o algo medio metafórico. Y en “Corriendo en círculos” fue una inspiración. Hice unos riffs y sentí que estaba haciendo algo increíble, de lo mejor que había hecho, y lo quise desarrollar para un lado un poco más melódico o pop, pero muy canchero. Siento que es un tema más baladesco que otros que he hecho; se sale un poco del hardcore. “Quiénes eran mis dioses” era un  tema que ya lo tenía y que no había quedado como quería, entonces lo bajé medio tono y le di un tinte un poco más agresivo con un sonido mucho más pulido y detallado. Hice que ese tema cobrara mucha más vida, porque además es uno de mis temas favoritos. Quise darle el respeto y el reconocimiento que se merecía. “Carpe diem” terminó siendo una pieza orquestal instrumental, que la hice pensando en hacer un segmento musical para el vivo para tener tiempo de prepararnos para poder entrar a esa canción donde hay un cambio de afinación y de instrumentos. No quería que hubiera tanto silencio en el show, entonces compuse esa canción para que hubiera entretenimiento. Pero la llevé a un punto que era tan detallada y me gustaba tanto, que dije que definitivamente podía ser una canción dentro de un disco… y terminó estando ahí.

Bruno da algunos detalles más sobre las canciones del EP:

SR: ¿En qué etapa están ahora y cuáles son los próximos pasos?

Nicolás: Ahora tenemos que rearmar todo el estudio para poder seguir ensayando. Por suerte encontramos un baterista con la misma cabeza y fisura que nosotros, que no anunciamos pero que ya estamos trabajando con él. La diferencia con otros bateros es que él ya escuchaba la música, le gustaba y sabía varias canciones que tocamos. Su inclusión a la banda fue como una sorpresa para todos.

Gino: En ese momento hubo un bajón de estado anímico en nosotros, porque la cosa no avanzaba. La realidad es que podés hacer mucha música, podés ser una banda de estudio y seguir sacando material, pero a la hora de tocar sin un baterista… Hemos tenido tres toques que tirábamos la batería por pista para poder encarar esas situaciones. Pero visualmente cambia, y la gente te empieza a decir como que estás haciendo trampita. Tampoco es lo mismo para el músico.

Nicolás: Teníamos el clic en el oído, dándonos, y no te podías ir. Era tipo el músico perfecto.

Gino: Agrega la complejidad de que nadie se puede equivocar porque la computadora no lo hace. Fue difícil dar con un baterista.

Bruno: Hasta el punto que evaluamos hacer otra banda.

Nicolás: Pensamos en hacer algo más tranquilo, quizás volver al post hardcore, y ahí fue que contacté a este amigo. Intentar con él era la última bala. La consigna fue que él presentara la música para nosotros ejecutarla, como si tuviera una banda a su disposición para lo que quisiera exigirse en tocar. La primera canción que nos presenta es de una banda que se llama Periphery, donde todos son virtuosos.

Bruno: Tres violeros…

Nicolás: Donde el bajista creo que toca mejor que los tres violeros. Y la empezamos a sacar. Luego resultó que sabía canciones de Abril 28, así que al final no fue necesario ese cambio de banda.

Bruno: Cuando tuvimos un poco más de confianza, le preguntamos qué quería tocar, y dijo que quería hacer los temas de Abril 28. Fue como una sorpresa, una alegría y un baldazo de agua fría a la vez, porque nosotros estábamos mentalizándonos de hacer otra banda. Yo ya estaba dejando ir esa mentalidad de la parte técnica y el exigirme. Me costó un montón determinarme. La realidad es que ya tenía medio liquidado el EP nuevo; se lo mostré y quedó como loco.

SR: ¿En qué lugar los deja ahora esta instancia en la que están?

Bruno: Estamos preparando un live session. Charlamos sobre cómo íbamos a publicitar el material nuevo y obviamente salió a la luz el tema de un video clip. Es la clásica, a todos nos encantan los video clips. Abril 28 ya tiene varios, y cada vez que hemos hecho uno con una formación nueva, esa formación muere.

Gino: Es una maldición (risas).

Bruno: Lo que siento es que el video clip no está demostrando el talento y la capacidad de la banda.

Gino: Es como una actuación.

Bruno: Es un material artístico más. Yo quería el video pero no quería actuar, quería hacerlo real, demostrar que esta banda puede tocar lo que presenta. Lo que vamos a hacer es un live session, donde armamos una escenografía en el estudio de Sondor, porque el sello nos sigue respaldando. Será un lindo show, en un estudio pero en vivo.

Gino: Vendría a ser como un ensayo grabado pero con mucha más estética.

Bruno: Y nosotros poniendo la cuota de show. Es una buena oportunidad de mostrar la banda completa tocando las canciones.

Gino: Presentando la formación nueva.

Bruno: Y el material nuevo, además de un compilado de lo que está siendo lo mejor de la banda.

Ariel Scarpa

 

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