Anoche concurrimos a otro sótano que nos recibió para seguir rocanroleando. El subsuelo de The Shannon fue la morada de Punto Muerto, en una nueva posibilidad de ver a la banda presentando su disco. Un show conciso plagado de rock and roll, donde el resultado del conjunto generado por la sinergia que logran sus integrantes en su interacción, se traduce en un disfrute total para la banda y su público.
Mientras otros músicos iban preparando su presentación en la planta baja de The Shannon, fuimos escaleras abajo en búsqueda de una buena ubicación para ver a Punto Muerto. Poco rato después de la hora de inicio y ya con comida y bebida en el estómago, da inicio el show. Martín Daguerre es el encargado de la conducción actoral del mismo, llevando el hilo conductor de lo que la banda va mostrando. Un gran despliegue físico y oral que incluyó varias rodadas por el piso, invitaciones a corear, alaridos y algunos etcéteras más que impactaron en el público de manera positiva. Una gran muestra de sus posibilidades sobre el escenario.
La banda integrada en su base por Sebastián Dominoli en guitarra, Gian Paolo Giaimo en bajo y Nicolás Píriz en batería, y apoyados intercaladamente por Leo Manganelli en gaita y Gabriel Barbieri debutando en su rol de guitarrista con Punto Muerto, logra poner sobre el escenario su especial sonido particular. Suenan muy bien, destilan rock and roll del mejor. Lo disfrutan y transmiten. Entre todos hacen que la música sea el vehículo para la conexión con la gente, y que esa música sea rock de verdad.
El show da comienzo con una introducción de gaita con la cual van desfilando los músicos escaleras abajo, que es el pie para “Auld lang syne”. Gran intro. Le siguen temas de la banda intercalados con versiones de clásicos del rock, como por ejemplo “High school” de MC5, “Pills” de New York Dolls y “I wanna be your dog” de The Stooges. En el marco de cómo Punto Muerto los ejecuta, se nota que los clásicos no desentonan para nada con los temas propios. Un regreso que es muy aplaudido en todo sentido y que se agradece.
Así van pasando los minutos y la actuación se hace corta por lo disfrutable de la misma. Sin exageraciones de ningún tipo, Punto Muerto lleva el rock and roll directo de ellos hacia la gente. Un gran toque que genera ganas de volver a verlos en vivo, y que abre expectativas para las próximas grabaciones de la banda que integrarán su nuevo disco. Estaremos con las orejas bien abiertas.
Ariel Scarpa
SÓLO ROCK Uruguay 