El prolífico y polifacético Fernando Rivas presenta un disco de otra banda que le permite seguir registrando sus inquietudes musicales. Estamos hablando de T.R.S. y de su disco Un Pasaje a…, una colección de 12 canciones de autoría de la banda que van dejando un buen aporte de rock and roll a su paso.
T.R.S. ataca con rock potente y directo en este disco que suena compacto y con ritmos contagiosos. Energía en la música que se va multiplicando en las canciones, que suenan parejas pero con ideas diferentes. Una buena muestra de la calidad y el potencial de los músicos integrantes.
La banda proporciona los datos de la grabación:
Grabado en su mayoría en enero y febrero de 2024 en EVP Producciones por Fernando Rivas y Mathías Rivas. Grabación de guitarra de «Por más que lo intentes»: Alexis Vargas (2019). Grabación de bajo de «Por más que lo intentes»: Sofía Fernández (2019). Voz adicional en «Satélite»: León Rivas. Voces: Mathías Rivas y Fernando Rivas. Guitarras, bajos y teclados: Fernando Rivas. Pandereta: Mauro Avila. Palmas en «All night long»: Natalia Amaral, Mauro Ávila, Mathías Rivas y Fernando Rivas. Baterías: Mauro Ávila. Producción: Fernando Rivas y Mathías Rivas. Co-producción: Mauro Ávila. Edición, mezcla, arreglos adicionales y masterización: Mauro Ávila. Asistente de mezcla: Fernando Rivas.
También aportan la información sobre las letras:
Mathías Rivas: «No me molestaría», «Un pasaje a sufrir». Mathías Rivas y León Rivas: «Nada». Mathías Rivas y Alexis Vargas: «Por más que lo intentes». Fernando Rivas: «Lo que siempre soñé», «Oculto a simple vista», «Utopía», «Ella». Isabel Mourelle, Fernando Rivas y Mathías Rivas: «Satélite». <<Natalia Amaral: «Vuelve a brillar», «Ahora miro atrás» y «All night long».
La lista de canciones en el orden que integran el disco, es la siguiente:

La canción que abre el disco se llama “Satélite” y lo hace con un gran despliegue de fresca y juvenil energía. A continuación arremete “All night long”, con marcada base rocanrolera, que la muestra sólida y con pegue. Continúa “Por más que lo intentes”, una canción con variantes interesantes que generan diferentes climas musicales bajo una tonada pareja. “Vuelve a brillar” es quien sigue, y lo hace desde un lugar completamente distinto, bajando las revoluciones. De cualquier manera, sigue siendo rocanrol (dijera Tabaré Rivero). Luego irrumpe “Lo que siempre soñé”, que con su velocidad vuelve a alisar el camino para regresar a lo intenso. “Nada” aporta 2 minutos de variaciones rockeras plenas, con una vocalización diferente y potente. Después comienza a sonar “Oculto a simple vista”, con más rock en manos y gargantas de T.R.S. Y como si fuera poco lo mostrado hasta ahora, “Utopía” suma aún más virulencia a lo escuchado. Muy contundente. De ahí nos precipitamos hacia “No me molestaría…”, la canción más calma y que también está muy bien lograda. Y volvemos al rock and roll con “Ahora miro atrás”, retomando el espíritu reinante en el álbum. Nos vamos acercando al final con “Ella”, una nueva canción que nos tira la banda, a la que le pone la locomotora para que la lleve por las mejores vías. “Un pasaje a sufrir” es el cierre del disco, nuevamente con gran despliegue, para hacernos lamentar que hayamos llegado al final.
Un Pasaje a… termina siendo un disco con un sonido compacto que se escucha fácil porque cada una de las canciones lleva a la siguiente, como si fueran invitaciones a seguir disfrutando su rock directo. Seguramente quienes disfruten este tipo de propuesta, no se sentirán defraudados.
Ariel Scarpa
