Lobo Viejo – Ego (2024)

Lobo Viejo, la banda de hard rock nacional, ha presentado el 2 de mayo de este año su disco denominado Ego y que contiene diez canciones que se disputan entre ellas cuál ocupará un lugar destacado. El disco es muy parejo, con excelente calidad, presentando un rock maduro e intenso que brilla en todas las canciones.

La banda está compuesta por Diego Bragunde (voz y coros; bajo en “Siete vestidos”), Flavio Vezzoso (guitarras), Romeo Muino (bajo y coros; voz en “Siete vestidos”) y Nicolás Montero (batería, coros). Diego Camejo participó como invitado para el tema “Confusión” y también realizó algunos coros en otros temas.

El disco fue grabado y producido en Garage Studio por Nicolás Castro, donde se grabaron las baterías y también algunas voces de coros, siendo que el resto de las voces las grabó Diego en su casa. Las guitarras y el bajo se grabaron en la casa de Flavio. La mezcla y masterización se realizó en Garage Studio. Los temas que componen Ego son:

La propia banda nos comenta: “Hay temas que tienen muchos años y a los que Flavio le dio su toque para que cambien para potenciarlos más, y canciones totalmente nuevas que hacen a Ego un disco variado y potente”. Comparto totalmente estos dos últimos adjetivos como una muy ajustada definición del disco.

Iniciamos el agradable camino del hard rock con “A la deriva”, que se muestra poderosa desde el principio. Es una excelente apertura por la calidad y pegada del tema, con una tonada que se mete en la cabeza. “Lágrimas en papel” se presenta como una canción que ya va mostrando las distintas facetas que Lobo Viejo puede asumir sin cambiar su propuesta. Le sigue “Bandido”, otro exponente que baja las revoluciones pero que no pierde fuerza. Las guitarras siguen rugiendo en el inicio de “Egoísta”. Se logra otra melodía más que interesante, con combinaciones que operan mágicamente en un mar de cambios que lo erigen como otro punto alto del disco. “Confusión” acelera y pretende arrollar con su sonido compacto, logrando su objetivo rápidamente, dando paso luego a “Siete vestidos”. Es la primera balada que contiene Ego, la que, como no podía ser de otra manera, también suena poderosa y sentida. “Morir de pie” es la encargada de retomar el carril más acelerado, y lo hace con marcada base y una nueva entrega vocal. Casi sin respiro, “Pateando piedras” viene a afirmar lo escuchado hasta el momento, aportando nuevamente más ideas que suman para crear muy buenas canciones. “Alguna vez será” es la segunda balada del disco, que suena diferente a “Siete vestidos”, y que va creciendo a medida que la canción se va desarrollando. Finalmente, “Ciudad de la salvación” realiza tremendo cierre. Otro plato fuerte del trabajo discográfico, como para dejarnos con ganas de más.

La banda logra impregnar su sello en el sonido de Ego, que la hace fácilmente reconocible. Hay un despliegue muy prolijo y estudiado, que aplicado a través de la composición musical y las cuidadas vocalizaciones, está complementado con arreglos pensados y orientados a lograr el objetivo de sonar potentes… y vaya que lo logran.

Ariel Scarpa