Juan Casanova: La Actitud No Se Pierde

El 24 de noviembre Juan Casanova se presenta en La Trastienda con su propuesta personal, Poesía de Guerra. Nos pareció una buena oportunidad para dialogar sobre su proyecto y su pensamiento. Creemos que si en Uruguay hubiera un Salón de la Fama o un Museo de Cera dedicado a artistas nacionales, seguramente Juan y Los Traidores tendrían un lugar asegurado. Lo que sí es muy posible es que el propio Juan demuela su estatua a martillazos, sencillamente porque no le interesa formar parte de esa troupe de famosos. En la entrevista hay un fuerte énfasis en concientizar personas y resignificar canciones. Les proponemos sumergirnos en el mundo de Juan Casanova para entender un poco más su pensamiento.

SR: ¿Qué es Poesía de Guerra?

Juan: Poesía de Guerra es una puesta en escena personal con la cual debuté el 30 de julio del 2000 y la idea es simplemente tener un espacio propio, que no sea de las bandas en donde estoy tocando momentáneamente como Traidores, que fue una gran parte de mi vida. Es un espacio donde yo puedo aunar todos los trabajos que ayudé a componer, ya sea con Traidores o con Assimo, que fue otra banda que tuvo cierto recorrido, y también puedo poner en escena otras cosas, como trabajos que compuse con Luciano Supervielle, con la Vela Puerca o con tantos otros amigos. Además es un espacio donde me puedo dar el gusto de versionar autores que me gustan, canciones que me gustan, ya sea de Uruguay como de la región, lo que se me cante. Lo que generé con mi espacio es que puedo hacer lo que quiero caprichosamente, puedo tocar el setlist que yo quiero y además puedo invitar a los amigos que quiero, con los que estoy compartiendo en el momento o que me quiero dar el gusto de tocar y que me aporten su propia apreciación de canciones que de repente son muy viejas. Para Poesías De Guerra, que es un disco de recopilación que es homónimo de mi espectáculo y de mi puesta en escena, trato de sintetizar 20 años de recorrido que llevo con esto, docenas de shows, y docenas de invitados de todas las bandas, es un espacio en donde, si bien soy caprichoso en los contenidos, también les doy cabida a que otras voces, otros creadores reinterpreten , resignifiquen, le den otro valor a canciones que de repente yo ayudé a componer para la historia de la música nacional, que es en buena parte la historia de mi propia vida.

SR: Traidores y Assimo parecen tener una continuidad musical y combativa; hoy cambian los sonidos pero la actitud permanece.

Juan: Bueno, con Traidores en Montevideo Agoniza, nuestro primer disco, tratamos de no repetirnos, en el sentido de no seguir fórmulas musicales. Si bien había como un sello característico de la banda, es decir si escuchabas «La plegaria» o «Radio Babilonia», había algo que te decía que eran Los Traidores, la guitarra de Víctor o el tono de mi voz, pero siempre había una búsqueda de hacer cosas. «La plegaria» y «Radio Babilonia» son bien ilustrativas porque una es una especie de vals y la otra no sé ni cómo definirla, pero es una música combativa, es el otro espíritu de Los Traidores. Algo de Los Traidores se sintetiza en el nombre que utilizo para la puesta en escena de mi propuesta personal. «Poesía de Guerra» es una frase que saco de la letra de una composición que escribí llamada “Canción rebelde”, que dice “…canción rebelde, poesía de guerra…”; eso me define a mí. Siempre he estado en combate con el estado de cosas y cosas que no me gustan, siempre he sido crítico y he tratado de generar pensamiento crítico en otras personas para llegar a un diálogo, para encontrar soluciones juntos, sin dejar de aportar belleza. Estás combatiendo con cosas que no te gustan o que pensás que pueden ser diferentes y estás en la búsqueda, con otras personas, de encontrar el bien común.

SR: La convocatoria de artistas es muy interesante.

Juan: El disco lo grabamos en vivo. Pude contar con la base de la Vela Puerca, que son amigos de décadas, y Guzmán Mendaro que tocó conmigo 10 años acompañándome.

Poesía De Guerra no tiene un formato definido. Por ejemplo, he tocado en una versión mínima con un guitarrista, que puede ser Guzmán Mendaro o Hernán Romay indistintamente, y en ese formato podíamos invitar, por ejemplo, a Garo Arakelián y a docenas de otros músicos y artistas que siempre me apoyaron y me dijeron que sí. Pedro Dalton estuvo en muchas convocatorias, Luciano Supervielle, el enano Teysera, con quien generamos nuestra propia convocatoria que se llama “Enlaces”, que cada tanto tocamos.

Poesía de Guerra ha sido un espacio siempre cambiante, siempre enriquecido por otras personas, me pasa que cantar “Viviana es una reaccionaria” después de 40 años, llegó un momento que me daba un hartazgo tremendo pero, hay gente que la quiere escuchar porque la recuerda de los viejos tiempos y otros las quieren escuchar porque recién la conocen. Me pasa que cuando invito al “mandril” (Nicolás Lieutier), al Rafa Di Bello y al “Pepe” Canedo de la Vela Puerca a tocarla, vos los ves que están contentos reinterpretándola, encantados de la vida, entonces decís «¡¡¡ta!!!». Está bien que la cante y ahí todo se resignifica.

SR: ¿Con qué nos vamos a encontrar el 24 de noviembre?

Juan: El 24 de noviembre vamos a tocar en La Trastienda en ese formato que se refleja en el disco de la menor manera, con una o dos guitarras acústicas, al formato con banda. En un momento llegué a invitar bandas enteras a tocar conmigo y a mostrar sus cosas. El 24 de noviembre vamos a tener en La Trastienda un show donde me van a acompañar Luis Angelero en guitarra y Nico Rodriguez en batería. Ellos formarán parte de mi nueva banda de Poesía de Guerra. Van a tocar, además de los temas que tocan conmigo, algunas de sus propias interpretaciones, voy a cantar algunas de ellas y voy a invitar a todo Vaimaca Dub a que toque conmigo “Data”. Voy a cantar “Ad hoc manifesto”, “Viviana es una reaccionaria”.  Aquí todo se resignifica porque por primera vez vamos a tocar los temas como son.

SR: Ayer estabas combatiendo contra la dictadura local, hoy contra la dictadura global.

Juan: Contra la tecnocracia, hablemos claro. Como dije en Data: “…la tecnocracia modela tu normalidad…”. Si pensás que la canción “Máquina”, que fue escrita en el ’95, dice: “…autómata sin alma, máquina, mi corazón late como máquina…”, eso habla, de la deshumanización, de la hibridación que se ven en proyectos como el Neuralink de Tesla, que están buscando una interface biológico digital básicamente para fusionarse con la inteligencia artificial. Parece ciencia ficción pero es la realidad. 2030 es un mojón muy importante para la tecnocracia, 2045 y 50 también porque esperan la singularidad tecnológica, o sea, el auge de la cuarta revolución industrial. Quieren un control absoluto centralizado, una gobernanza mundial, según define el foro económico mundial. Esa es la compleja temática en la que vivimos hoy y la gente no quiere verlo, así que hagan fila y no olviden darse su próximo refuerzo.

SR: ¿En el ambiente artístico te sentís solo exponiendo tu pensar?

Juan: Me siento solo en ciertas posturas, en ciertos pensamientos, pero hay amigos que comparten medianamente y tratan de entender. El tema es que la gente no tiene conciencia de lo que pasa, y es difícil. Hay veces que me re caliento, pero no puedo pelearme con todos. Seguramente saben todas las series de Netflix, recomiendan, hacen maratones, pero no tienen idea de lo que en verdad es importante y está pasando.

SR: ¿Crees que se puede frenar esto?

Juan: Querer cambiar el mundo es una imbecilidad. Por ejemplo, los tecnócratas quieren imponer su filosofía que para mí es vudú, vudú digital, magia negra. Buscan crear una sociedad de estricto control. Pero yo me pregunto para qué hablar de todo esto si nadie entiende nada.

SR: Venís tirando data desde hace tiempo.

Juan: Con Assimo escribí “El poder de los sueños”, que es el eslogan de la Honda; fue para el cumpleaños 5 de la banda. Me di cuenta que ese robotito (Asimo), pronto iba a ser el que es ahora, Atlas, que está entrenado para matarte en cualquier momento.El 24 quiero estrenar un nuevo tema que tiene que ver con la aceleración de todos estos procesos. Aceleración, demolición, vudú digital y deshumanización.

SR: ¿Qué diferencias hay entre el Casanova de antes y el actual?

Juan: Lo que mantengo y que me une al Juan Casanova de antes, el de los Traidores, es la actitud combativa que caracteriza al rock y que muchos de mis colegas perdieron. Sobre todo los últimos años no dijeron nada, se callaron la boca y bueno, no lo tienen en conciencia; es una lástima. Espero que la próxima vez que el enemigo acelere y nos dé el próximo golpe que está a la vuelta de la esquina, respondan como hombrecitos.

SR: La propuesta musical de las nuevas canciones muestra un giro importante.

Juan: Antes eran con guitarras distorsionadas y ahora es el sub woofer. Para mí el rock musical y estéticamente hablando, está ahí. Son lenguajes tecnológicos nuevos. Cada vez tenemos mejores equipos, por eso los graves vienen con una fuerza tremenda y atraviesan todo. Manejamos muchos lenguajes en donde el poder lo tienen los graves y hay alguna similitud con el reggae, digamos que una aproximación al reggae de los Clash. Mi música preferida siempre fue el dab, por eso la fusión con Vaimaca con quienes hicimos “Data”. Ahora estamos trabajando en una nueva canción con un texto que voy a armar, con palabras de Hoenir Sarthou, a quien apoyo en su iniciativa de juntar firmas para un referéndum que intentará modificar la Constitución. El movimiento Uruguay Soberano es político pero no partidario. El tema es que los gobiernos de turno están firmando contratos con UPM, Katoen Natie, Pfizer, etc., etc. a espaldas del soberano, y la pregunta es ¿por qué nos ocultan esa información? Quiero estrenar el 24 una poesía dab junto a Vaimaca que habla de estos temas. Ahí está el espíritu combativo del rock and roll para generar pensamiento crítico. Intento generar una narrativa diferente a la que se repite en todos los medios de comunicación. Repiten como loros porque creen que queda bien o les sirve. Con mi narrativa puede que estés de acuerdo o no, pero es distinta y lo que busco es que estos temas se discutan.

SR: ¿Hacia quienes apunta tu propuesta?

Juan: Es simplemente una visión. Yo vehiculizo percepciones, ideas que tengo sobre el mundo. Por lo general contrastan con la narrativa oficial. Cuestiono ciertas cosas, hago ciertas asociaciones y lo hago como lo hice con Los Traidores, una especie de existencialismo de lo que me pasa, de una forma muy pasional y combativa, pero tratando de no verlo del lente equivocado de la ideología. Cuando lo mirás desde tu ideología, lo ves parcializado. No me ato a ninguna ideología ni tampoco creo en nadie.

SR: ¿Qué te aporta Luciano como compositor?

Juan: Yo nunca me detuve, pero desde 2005 tuve la suerte de trabajar con Luciano Supervielle. Con él estamos tratando de estar atentos con lo que pasa con el lenguaje musical y hacemos fusiones rarísimas. Nosotros nos encontramos muy cómodos trabajando en un terreno que siempre se está innovando y nos gusta estar a tono con lo que son las últimas tendencias en la música contemporánea, por decirlo de alguna manera.

SR: ¿Por qué Assimo llegó a su fin?

Juan: Assimo demoró mucho tiempo en poder grabar un disco, pasaron años hasta que pudimos grabar y ya estábamos agotados, y se pudrió todo. Pasamos mucho tiempo encerrados ensayando, preparando cosas; es muy tortuoso tener un grupo humano fijo. La gente tiene otras actividades porque no vivimos de esto y hoy por hoy es muy difícil coordinar tiempo para juntarse.

SR: Traidores fue una de las mejores bandas de los ´80 con una dupla compositiva Casanova-Nattero con un enorme potencial. ¿Cuál es tu reflexión acerca de que no hayan llegado a ser una de las grandes bandas de la actualidad?

Juan: Cuando nosotros estuvimos a punto de convertirnos en una banda popular como lo son otras, yo boicotié la cosa. Yo no quiero ser otro famoso, yo siempre fui underground, punto. Cuando tuvimos la oportunidad, no lo hicimos.

SR: ¿Habrá nuevas oportunidades de verlos en vivo?

Juan: (Termina sonriendo) Nunca sabemos.

Winston Estévez