Behemoth – Opvs Contra Natvram (2022)

Ya desde hace años, la escena del metal extremo ha expandido sus fronteras hasta lugares recónditos del planeta donde no siempre se conjugan esas características de belleza que tanto nos gusta a los fans del estilo, como ser la turbiedad, la soledad, la oscuridad, lo gélido y pavoroso. Irónicamente, en sus comienzos en los ’80 surgían bandas en países como los EEUU, pero aún peor para el oscuro estilo musical incipiente de aquel momento, las bandas surgían en regiones como California o en el estado de la Florida, donde la regla es cruzarse con sujetos que lo único que les interesa hacer es menear sus cuerpos al ritmo de sonidos latinos de baja estopa, además de broncear sus esculturales figuras al mejor estilo “pollo al spiedo”.

Encaminándose todo como debía de suceder, con el transcurrir del tiempo surgieron grupos de metal extremo en países como Suiza, Suecia, Noruega, entre otros, todos de similares características escandinavas. Ya para el siglo en el que vivimos, la región más oriental de Europa, la zona de los Balcanes y los países ex integrantes de la Unión Soviética vieron emerger de sus profundidades enormes cantidades de bandas que vienen a engrosar esas zonas oscuras donde únicamente el metal extremo puede regocijarse.

Una de ellas y que a pesar de estar cerca de 30 años batallando y batallando en este mundo por darse a conocer, lo cual podríamos decir que lo logran en estos últimos años, son los viejos y queridos Behemoth, banda proveniente de la fría ciudad de Gdansk, Polonia.

El cuarteto liderado por el carismático y conflictivo Nergal, o según reza su pasaporte, el Sr. Adams Darski, es el único miembro original y fundador de la banda desde aquellos lejanos 1990, cuando incluso utilizaban otro nombre para la banda. Como dijimos, son en la actualidad pero no sin sobresaltos, una de las bandas de culto en la escena del metal extremo, logrado a través de casi 30 años de carrera, dramas, conflictos, cambios musicales y experimentos teatrales.

La cúspide del éxito comenzó a vislumbrase por allá de 2014 cuando editan The Satanist, lo que les provocó, en primer lugar, un estigma en la temática de la banda y un cambio musical que varió desde el death de los inicios, pasando por el pagan metal y el gothic, hasta en su antecesor LP probar con sonidos del blackened y/o black, directamente.

Al día de hoy y con este nuevo trabajo editado hace un par de semanas llamado Opvs Contra Natvram, es que Behemoth confirma su actual posicionamiento dentro de la escena blackened con una placa de una fuerza espeluznante y salvaje.

Particularmente y adentrándonos ya en este nuevo LP, nos ofrece 10 canciones para un total de 43 minutos. De arranque y como para ser una adecuada introducción al disco, nos encontramos con el tema “Post – god nirvana”, el cual nos muestra tan sólo alguna faceta de lo que pronto se nos vendrá. Es un tema con sonidos de ambientación en donde Nergal, en ciertos momentos, recita entre varias estrofas su presagio de “hoc signo fertote lux”, que traducido del latín viene a significar “con este signo vencerás”.

A continuación se viene la brutalidad visceral de “Malaria vvlgata”, la cual en tan sólo dos minutos de duración es un despliegue de punk/hardcore/blackened en un asalto despiadado de bombos estrepitosos y plagado de gritos poderosos. Una combinación de temas que forman una dupla perfecta de lo que encierra el álbum.

Acto seguido, una canción que ya salió editada conjuntamente con su video, que es “The deathless sun”, una obra magistral de fuerza y demostración de energía donde Nergal canta con una bronca contenida y que suelta de a mares. Luego “Ov my herculean exile”, otra exquisitez plagada de cortes abruptos siendo un claro ejemplo de una obra de metal extremo llena de drama y ganchos melódicos que te clavan al suelo de la dura realidad.

“Neo-spartacvs” es un combo punk con fusión de black y hardcore con una gran energía simple y potente, acorde más un doble beat, que llega un punto que parece que te va a explotar la sien. Luego, por su parte, “Desheredación” no parece ser uno de los mejores temas de la banda ni es que resulte en un éxito que recordemos por años, aunque como todo lo que nos ofrece Nergal, el tema en cierto momento pega un giro y con gran cambio de tempo, culmina con una bofeteada demencial de batería, gritos y riffs.

“¡A la guerra!” es una canción acordemente titulada. Después de una breve introducción de bocinas, comienza el ritmo general del tema, con la sensación de medio tiempo en los coros y un ejemplo más de su superioridad compositiva. Los inmensos talentos de batería de Inferno son algo que no debe pasarse por alto: es un desquiciado con un sonido tan atemporal, pero implacablemente rápido y en control.

“Once upon a pale horse” es un tema muy pegadizo con un riff bien rockero, hardcore. Es un tema como para introducir algún amigo/a en el mundo Behemoth sin que salga espantado, ya que no es una bomba de estruendo dura de roer. Muestra una faceta del grupo pero oculta otra; viene a ser, como esa compañía que podés presentar en asados de amigos pero que difícilmente quepa en la raviolada familiar de los domingos en la casa de tus viejos (¿capisce?).

“Thy becoming eternal” comienza con todo luego de unos segundos de gritos de desesperación para luego ir avanzando con el tema con un riff al mejor estilo rockero.

Para el final, queda la tapa de oro para este cofre musical con el tema “Versvs christvs”, que es un cierre épico del álbum. Manteniendo la línea que la banda ha sostenido en estos últimos discos de tener estas enormes piezas finales, en donde generalmente exploran sonidos o instrumentos que no han agregado y recorren lugares en los que nunca han estado antes. Para este caso, el piano y una introducción de voz limpia que de a poco conduce a un atronador crescendo. Es uno de los mejores temas de cierre de discos de Behemoth hasta la fecha.

Opvs Contra Natvram de Behemoth es un disco que no es un platillo novedoso a la mesa de la degustación de una comida extrema, pero tampoco es el plato de todos los lunes ni el requeche de las sobras del fin de semana. Es una obra conceptual con un menú donde ordenadamente encontramos una entrada, un platillo principal, un postre y un buen vino, donde para tus sentidos queda una mixtura de lo ya conocido y de esos gustitos novedosos que siempre Nergal nos ofrece. Es una visión actual de lo que los polacos son hoy en día, del gobierno conservador que tienen y la guerra de Ucrania, entre otros problema sociales que hoy padecen.

Este Opvs Contra Natvram es otra majestuosa presentación de la banda que mezcla sus influencias extremas, donde los blackers que tuvieron su zenit en el disco del 2014, siguen presentes, pero inteligentemente y con mucha audacia Nergal te ofrece capítulos de heavy para que el disco sea audible por cualquier persona en el mundo metalero, sea que escuches Sabbath de los 70s, Mercyful Fate de los 80s, Black de los 90s o ya seas un millennial.

No creo que este disco, dentro del extenso y muy rico bagaje musical de Behemoth, sea su mejor obra; pero lo que sí me la juego es en afirmar es que Opvs Contra Natvram se encuentra entre los mejores lanzamientos de música extrema del año, y si es cierto que estamos cerca del fin del mundo, es sin lugar a dudas la banda sonora perfecta para el apocalipsis.

Tomás Cámara