Letras De Blues/Rock y El Machismo Campante

Siempre hemos escuchado que “el blues y el rock deben de evolucionar”; ¿no es así? Hay quien busca un horizonte artístico nuevo, y hay también quien quiere que una manifestación de arte se preserve en el tiempo tan fiel a su original como sea posible. No cabe duda de que ambas actitudes y formas de crear o perpetuar diferentes estilos, son absolutamente válidas y respetables. Ninguno tiene más razón que el otro, ni vuela demasiado el primero, ni es un anticuado el segundo.

Sin embargo, profundizando apenas un poco, hay algo que no deberíamos ignorar, eludir, ni muchísimo menos perpetuar: El perturbador machismo que desprenden una considerable cantidad de las letras de muchas canciones de blues y rock. Por eso hoy hablaré un poco sobre algunas de esas letras. Usualmente tanto quienes hablan de evolucionar como los que lo hacen acerca de mantenerse fieles a un estilo, hablan sólo de música. Y sin embargo, en aras de que la sociedad tenga un pensamiento algo más evolucionado, deberíamos (al menos en mi opinión) hacer algo de autocrítica. Porque si miramos las letras, ¿se ha tratado siempre bien a las mujeres en el blues y en el rock? ¡¡¡¡¡¡¡ROTUNDAMENTE NO!!!!!!!

Y aquí vendrá quien diga que estamos refiriendo a letras que en algunos casos se han escrito hace más de medio siglo y que esos hombres eran hijos de su época. Personalmente, yo no acepto esa explicación, pues el ser hijo de NINGUNA época da derecho moral, ético, ni humano para tratar a una mujer así. No es más que una patética excusa.

Hay letras que resultan tan incorrectas y sin embargo muchas veces las hemos coreado sin ser conscientes de la barbaridad que estábamos cantando, perpetuando esa actitud de considerar “natural” o “chistoso” algo que en realidad dista mucho de serlo. ¿Qué no os lo creéis? Vayamos a los tres grandes y veamos algunos casos de letras con un contenido realmente oscuro y denigrante hacia la mujer.

 

MUDDY WATERS: “I got my brand on you”. Letra y música compuestas por el propio Muddy. Disco Muddy Waters at Newport 1960.

Aquí se narra la historia de una relación que se rompe (no se sabe quién dejó a quien, pero lo que sí se sabe es que al poco tiempo la mujer se entera de que está embarazada). Al mejor estilo de Poncio Pilatos, el machito (con minúsculas) protagonista de esta letra, le dedica frases a esa mujer que son increíblemente inaceptables.

Traduzco: “Fuiste al doctor y no había nada que él pudiese hacer, sólo movió la cabeza y caminado poco a poco se fue. Tengo mi marca sobre ti”. La letra transmite en todo momento un mensaje de “si estás embarazada, pues jódete”. Y encima te he dejado marcada con mi semilla. Lo malo es que esta canción tiene varios covers, entre ellos, por Johnny Winter. Muy humildemente sugiero que como poco, deje de tocarse, ¿no os parece? ¿Os gustaría que vuestra hija viese a su padre escuchando una letra así? ¡¡¡A MÍ, NO!!!

Hace unos diez años, en España una autoridad dijo: “La que se abra de piernas, que apechugue”. Ya veis, 50 años más tarde, otro continente, otro contexto educativo, hasta otro color de piel, pero el concepto es el mismo.

 

HOWLIN WOLF: “Don’t laugh at me”. Versión en vivo en uno de los American Blues Festival que tuvieron lugar durante los 60s en Europa.

Pongo esta versión porque no coincide con la de estudio, justamente en lo que refiere a la letra. Aquí se describe una situación en la cual el varón sospecha que su mujer ya no le quiere y que ella se ríe de él a sus espaldas. ¿Pues qué solución propone el machito? Mediante apremio físico, le prohíbe a su mujer hablar de él cuando él no esté en casa. ¿Y por qué digo que mediante apremio físico? Porque le dice: “No te rías de mí porque aún queda tiempo para todo”. Es decir, aún queda tiempo para pegarte una paliza o incluso para matarte. Da miedo el pensar cómo vivían esas pobres mujeres en esas épocas. Con cuernos o sin ellos, la violencia física no tiene lugar jamás. Pero lo que me asombra sobremanera fue esa frase que introdujo Wolf ese día en ese concierto: “No hables sobre mí cuando yo no esté en casa” Insisto, da mucho miedo.

 

B.B. KING: “Don’t answer the door”. Autor Jimmy Johnson (James Franklin Johnson, fallecido en el año 2.000; no el otro Jimmy Johnson fallecido este año). El disco es Live & Well.

Cuesta el siquiera comenzar a imaginarse el porqué a B.B. King se le ocurriría versionar una canción con una letra tan deleznable. Todo el tema es una oda a la paranoia por parte de quien trabaja por la noche (de músico) y, por ende, cree que su mujer (usualmente con varios hijos, ya), se la pasa de orgías y bacanales con innumerables hombres mientras él trabaja. Y digo hombres porque que su mujer se acostase con otras mujeres era algo inconcebible para muchos en aquellos tiempos (y sigue siéndolo para algunos, actualmente).

Demuestra a la vez que ese hombre no ha cuidado de un bebé o hijo en su vida. Porque si lo hubiese hecho (máxime si son varios hijos), sabría que esa mujer, al caer el sol, lo único que a menudo desearía es descanso de calidad. Y no otro hombre… En tres estrofas deja claro que si él no está, no quiere que su mujer le abra la puerta a absolutamente nadie, y a texto expreso deja claro que ni siquiera a su hermana o a su madre. Pero la peor de todas las estrofas es la última. Dice que: “Puede pasar que te sientas enferma, pero yo no quiero que venga a casa ningún doctor si yo no estoy. POR TANTO, SUFRE, SUFRE, SUFRE (lo dice tres veces con redoble de tambor en plan anuncio) hasta que yo llegue. ¿Es esto digno de un ser humano? Y si no la habías escrito tú, ¿para qué cojones cantas una cosa así?

Hay cosas que en mi opinión no deberíamos repetir. Debemos de ser conscientes de lo que cantamos y de aquello que al hacerlo, estamos perpetuando. Esto no deja de ser más que un ejemplo. En el rock tenemos tantas como os apetezca encontrar. Teníamos un rubio que cantaba: “Solía amarla, pero tuve que matarla. Y aún puedo oírla quejándose”.

Lo mismo que con B. B. King, si tu compañero de banda Izzy Stradlin escribe una cosa tan asquerosa, ¿para qué la cantas? Y no me vale el argumento de que es sólo en sentido figurado, porque en mi opinión no lo es. Vivimos una época donde hay que cuidar mucho lo que se dice, lo que escribe y lo que se canta. El no hacerlo es una manera de contribuir a que milenios de severo machismo se mantengan etenamente. El ofender a terceras partes, ya sean minorías o no, ya no sale gratis. Y ME PARECE BIEN.

Si algún día lográsemos erradicar todo este tipo de letras, entonces en ese aspecto al menos, el blues y el rock sí que habrán evolucionado. YA ES HORA DE QUE ASÍ SEA. Y me quedo en blues y rock, que son los estilos que nos ocupan en Sólo Rock. Sobre las letras y videos de otros estilos en boga actualmente, pues el tiempo (como siempre ha hecho) acabará poniendo a cada uno en el lugar de la historia que se merece.

¡¡¡Un fuerte abrazo a todos y gracias por leer!!!

Ramón Aloguín