Hace no mucho me compré el disco de B B King In London de 1971, grabado junto a gente como Peter Green, Alexis Korner, Humble Pie, Ringo Star, Stevie Winwood, y un largo etcétera. Como suelo hacer en estos casos, he ido directo a leer críticas “profesionales” de este disco, pues suelen hacer que me ría mucho. Se ve que mis oídos escuchan diferente de los suyos.
De In London lo que decía la breve y absurda crítica que he leído, es que el disco es malo y es un producto más de la costumbre en boga en la época de enviar bluesmen americanos a Londres a grabar discos mediocres.
Y yo lo que he pensado es que es una pena que se pueda tener tal estrechez de miras, pues claramente se está viendo un árbol en concreto en vez de ver el bosque entero. Y ello me llevó a plantearme hacer un poco de reseña histórica que ayuda a entender el valor atemporal de estas grabaciones, así como también de The London Howlin Wolf Sessions, Muddy Waters In London y, porqué no, Fleetwood Mac in Chicago o Father & Sons de Muddy Waters (estos dos últimos grabados en USA). Porque de lo que se trata es de la creación de un blues sin género ni raza. EL BLUES; EN TODAS SUS MANIFESTACIONES (perdón, perdón…; pero no se me ocurre mejor manera de describirlo).
El Blues de Waters, Wolf, BB, y el rock and roll de Berry, Richards, Perkins o Fats, tuvieron su apogeo entre 1955 y 1959. Para 1960 su momento había pasado y varios de esos músicos tenían problemas para “parar la olla”. Pero para esa fecha había llegado el boom del folk: Pete Seeger, Peter Paul & Mary, Woody Guthrie, etc. Músicos que tocaban mayoritariamente instrumentos acústicos. Una supuesta vuelta a los orígenes.
Y por la razón que fuese, bluesmen acústicos como Brownie Mc Ghee & Sony Terry, Big Joe Williams, y fundamentalmente Big Bill Broonzy, fueron íntegramente adoptados por ese movimiento (permitiéndoles un muy necesario sustento económico).
Por ello fue que algunos bluesmen, especialmente desde el sello Chess, decidiesen probar suerte con ello. Me voy a centrar exclusivamente en la carrera de Muddy Waters para poner un ejemplo en concreto.
En 1961 graba un disco aún eléctrico llamado Muddy Waters sings Big Bill Broonzy, y en 1964 graba un disco enteramente acústico (buenísimo) con el comercialísimo título de Folk Singer. Como veis, la MTV no inventó el unplugged. ¡¡¡Ya se había inventado hacía más de 25 años!!! Allí están, además de Waters, Willie Dixon al contrabajo y Buddy Guy en guitarra solista. Escuchadlo; resiste los años como nada.
Para 1968, varias cosas eran evidentes:
1) Los inmigrantes afroamericanos que venían del sur y se habían afincado en Chicago, querían justamente el blues eléctrico de Chicago; no les gustaba esto del acústico.
2) Sus hijos nacidos en Chicago no escuchaban blues ni por accidente, escuchaban soul de la Tamla Motown.
3) Chess Records comenzaba a tener problemas financieros debido a la abrupta caída en la venta de discos de blues.
Muerto tempranamente uno de los dos hermanos fundadores (Leonard Chess), Marshall Chess (su hijo o sobrino, no recuerdo bien) había estado escuchando rock de la época y decidió probar que tanto Waters como Wolf grabasen sendos discos de blues acompañados por músicos jóvenes (aún mayoritariamente afroamericanos), grabando tres de los primeros discos de blues blanco de la historia: Electric Mud y After the Rain de Muddy Waters, y The Howlin Wolf Album de Wolf, obviamente. Dos fracasos comerciales otra vez.
Pero para entonces, inicialmente vía los Rolling Stones, John Mayall, Hendrix, Cream y Jeff Beck, ya tanto Marshall Chess como Waters, Wolf y otros, eran conscientes de que sus blues se tocaban en Europa. Y sabían que esos músicos ingleses estaban ganando un buen dinero con ello (o al menos, más que ellos en USA; eso seguro). Por ello es que estos discos que acabamos de mencionar tienen un valor histórico descomunal, pues tiran a la basura el tema racial y se da creación al Blues en Todas sus Manifestaciones. Sin colores… Volveremos a este tema más en detalle próximamente.
Si esta música no te llega, o simplemente no te gusta, eso es comprensible y no hay nada que decir al respecto. Pero mediocre es el contenido de la crítica a la cual me refería al comienzo de este artículo. Lo siento pero así es. Al menos en mi opinión.
¡¡Un abrazo a todos!!
Ramón Aloguín