Melatonina Boreal

Generar terror mediático tiene una tasa de letalidad mucho más alta que la de cualquier virus. Después de dos años, sostener este disparate televisado te convierte en ignorante o en cómplice. La ignorancia, se soluciona con un par de libros. La complicidad, desaparece cuando se cortan las subvenciones. Este virus, que tanto nos preocupa, se ajusta a principios geopolíticos burlando pilares epidemiológicos. Sólo respeta la melatonina y las vitaminas D y C generadas en el verano boreal, dado que su propagación exponencial, en el hemisferio norte, comienza los últimos días de septiembre. En cambio, por debajo de la franja ecuatorial, ya es la segunda temporada estival (con fronteras cerradas y abiertas) que pretende arruinar. El sur no existe debido a una aglomeración de cómplices subvencionados.

La ciencia ha progresado a lo largo de los siglos debido al análisis crítico, base fundamental del método científico. Tenemos el derecho, como ciudadanos, a acceder a todas las voces de la comunidad científica. Por primera vez en la historia, el debate de ideas no es considerado enriquecedor. Son muy pocos los espacios que abren sus micrófonos a los médicos que no suscriben a la teoría hegemónica. Inmediatamente, dichos programas son tildados despectivamente de “negacionistas”, “anti vacunas” y “conspiranoicos”, corriendo el riesgo de ser levantados.

Uno de esos espacios es el podcast transmitido exclusivamente por Spotify: The Joe Rogan Experience (con 11 millones de escuchas por episodio), el cual le dio visibilidad a científicos que se oponían diametralmente a los protocolos oficiales destinados a combatir el SARS-COV 2. Al parecer, eso enfureció a un poco tolerante Neil Young, quien mandó un ultimátum a la exitosa plataforma musical, en donde afirmaba que si no bajaban el podcast del comunicador Joe Rogan, él retiraría sus canciones, pues acusaba a dicho espacio de desinformar a la población respecto a la pandemia y a las vacunas.

Por lo visto, en el mundo libre de Neil Young se avala la censura y la extorsión. “Las mentiras se venden», expresó el veterano músico canadiense, quien agradeció a Warner Music por amortiguar la pérdida del 60% de sus ingresos, debido a su salida de Spotify. Oportunamente, SiriusXM, una plataforma que compite contra Spotify, anunció que había creado un canal exclusivo para Young, en el cual tendría «música e historias exclusivas» del rockero.

Curiosamente, el ucraniano Sir Len Blavatnik, propietario de Warner Music, se convirtió en el hombre más rico de UK durante la Coronavirus Crisis. En ese periodo (un año), su fortuna pasó de £ 7.200 millones a la friolera suma de £ 23.000 millones. Por lo visto, en el mundo libre de Neil Young se avala la desigualdad y la discriminación. Era de esperarse que, a la decisión de Young, se sumaran otros artistas del mismo sello discográfico, como Joni Mitchell, Gang of Four, etc. El fascismo habrá logrado su cometido, el día en que la gente confunda, desinformación con pluralidad de opiniones. Brindo por un lugar con más Clapton y Van Morrison.

Lic. Hugo Gutiérrez