No creo que sea necesario presentar a The Beatles. Su carrera no sólo está llena de canciones y discos increíbles, sino que también, a los Fab Four, los rodea un halo de misterio, verdades, mentiras y mitología variada (desde la supuesta muerte de Paul a los mensajes en clave en sus canciones e inclusive, en el arte de sus discos).
En lo personal, más allá que mis padres escucharan a los Beatles, por esa cosa adolescente de ir contracorriente, yo no les escuchaba y me revelaba contra su música no dándole valor. Yo era Punk, joven y tonto.
Por esas cosas de mi vida, viví un tiempo en Brasil y mis tíos, quienes me daban alojamiento en aquellas tierras, no solo tenían TODOS los discos de los Beatles, sino que también esos discos eran en vinilo. Me llevé de acá pocos discos, cosa que hizo que lentamente (como cachorro asustado) comenzara a escuchar esos LPs, hecho que implicó dos cosas: descubrir los discos y las canciones de los Fab Four y, a su vez, enamorarme del formato vinilo.
Asumo que todos, de una manera u otra, hemos sido tocados por la obra de esta banda ya sea adorándola o restándole valor. Sus canciones han sido reversionadas en cientos o miles de ocasiones en las más diversas maneras y estilos, homenajeándolas y así también a sus autores.
La historia que hoy les traigo es sobre uno de esos homenajes, pero, a su vez, tiene visos de leyenda, chamanería y toda esa cosa mágica que tiene la tierra de México y los Beatles.
Se dice que a finales de 1969 algunos integrantes de The Beatles (no se sabe con certeza si fueron John y George o John y Paul) llegaron a México y viajaron rumbo a Oaxaca para conocer a la chamana María Sabina, y con ella, probar algunos de sus hongos alucinógenos y curativos. María fue una curandera y chamana originaria del estado de Oaxaca, provenía de la etnia indígena mazateca, que se caracteriza, sobre todo, por realizar tratamientos con «hongos curativos».
Al poco tiempo de ese suceso apareció una banda regional con el nombre de La Banda Plástica de Tepetlixpa, interpretando temas populares de The Beatles.
Según cuenta José M. Silva, director de la banda, durante el trayecto hacia Oaxaca, en ese municipio ofrecieron a los Beatles mole, pulque, nopales y totopos como parte de una recepción.
En 1971 La Banda Plástica De Tepetlixpa lanzó un curioso álbum titulado Adiós a Los Beatles, que consta de una decena de covers del popular grupo interpretados magistralmente por dicha banda.
Dicen leyendas jamás corroboradas que Lennon sacó del nombre de la banda, el nombre para su proyecto solista: Plastic Ono Band.
¿Es o no cierto? Cómo saberlo. En mi caso elijo creer y que toda la historia sea una más de tantas que adornan la trayectoria de los cuatro de Liverpool.
Te recomiendo escuchar este álbum al menos una vez para sentir la pasión, humildad y cariño con el que fue hecho.
Leo Peirano