Batman y Los Beatles – La Misteriosa Muerte De Paul

Redes Comunicantes vuelve a reunir la música y el cómic, para compartir una anécdota interesante. Hace unos días Paul McCartney cumplió 79 años, sin embargo, para muchos murió en 1966. ¿Cómo es eso?

El 12 de octubre de 1969, se lanzó el rumor de que Paul estaba muerto y había sido reemplazado por un doble. Esta historia comienza en una transmisión radial de una FM de Michigan. Un oyente que se comunicaba al aire, como tantos otros de ese día, dijo: “Paul está muerto”. Silencio. Luego repitió: “Paul McCartney está muerto”. En el estudio se escuchó una risa incómoda. El oyente para darle verosimilitud a su afirmación le dijo al conductor del programa: “Poné Revolution 9 al revés y en la parte que John repite number nine, vas a ver que dice con claridad Turn me on, dead man (Enciéndeme, hombre muerto)”. La fake news no demoró en convertirse en un reguero de pólvora que llevó a generar un montón de historias; al día de hoy, hay gente que todavía cree en ellas.

Dos días después en un artículo publicado en un diario universitario sale una nota titulada: “La muerte de McCartney: Nueva evidencia sale a la luz”. El artículo confirmaba que Paul había muerto en un accidente de autos en la madrugada del 9 de noviembre de 1966 después de salir enojado del estudio de grabación, levantar a una chica que hacía dedo y estrellarse con su auto debajo de un camión.

Una publicación -en tono sarcástico- aseguró que los Beatles y su productor George Martin convocaron al manager, Brian Epstein, para decidir quién lo reemplazaría y que nadie se diera cuenta de lo que había sucedido. A través de diferentes publicaciones se fue urdiendo toda una trama. Se aseguró que organizaron un concurso de dobles de Paul y el ganador no sólo tenía una cara como la de Paul, sino que se le realizaron cirugías estéticas para que el parecido fuera perfecto, y su voz también era similar. El plan tuvo un inconveniente: Brian Epstein se arrepintió y amenazó confesar el engaño. De pronto el manager apareció muerto de una supuesta sobredosis.

Fue tal el revuelo que los Beatles tuvieron que salir a desmentir la información, en especial Paul McCartney, que tuvo que salir de la tranquilidad de su casa de campo en Escocia y aparecer en la revista Life, para probar que estaba vivo.

El accidente automovilístico sí existió, en realidad fueron dos: a fines de diciembre de 1966, Paul chocó con su automóvil. Como resultado le quedó un diente partido y una ligera cicatriz sobre el labio superior. Luego de eso, el 7 de enero de 1967, un asistente de McCartney, chocó otro auto de Paul y lo destrozó. El asistente no sufrió lesiones de gravedad, pero la foto del auto destruido tuvo alguna difusión. Paul iba en el auto de atrás con Mick Jagger y Keith Richards.

Aparentemente, los otros tres beatles y George Martin dejaron un montón de pistas en las canciones y en el arte de los siguientes discos. Y el caso más resonado es el de la icónica tapa de Abbey Road. En ella los cuatro cruzan por la cebra peatonal y Paul es el único descalzo. Además de que la vestimenta de los demás y el orden de aparición sería otro dato irrefutable más: Lennon, delante de todos y de blanco impoluto, sería el sacerdote. Ringo, de negro, el de la funeraria. Paul descalzo, con los ojos cerrados y un cigarrillo en su mano derecha, siendo zurdo, el cadáver, y George con pantalón y camisa de jean, el enterrador. Detrás, un vehículo estacionado con una chapa que dice IF28. Es decir, Si 28. Lo que significa: si Paul viviera, tendría 28 años.

Esta conspiración que ya tiene mucho tiempo, fue muy fuerte a principio de los años ’70, tanto que Batman tuvo que intervenir en este caso. En abril de ese año, en el número 222, con fecha de junio, una tapa histórica de Neal Adams nos muestra a Batman y a Robin observando a los músicos que se alejan de una tumba sin nombre. Batman dice: Aquí vienen, uno de ellos debe estar muerto, ¿pero cuál? A lo que Robin, con la tapa de un disco en sus manos, dice: la pista debe estar en la tapa del disco (que replica una imagen interna del Sgt. Peppers).

Dentro de la revista, un correcto Frank Robbins desarrolla una historia, dibujada por Irv Novick y entintada por Dick Giordano, donde los Beatles (acá llamados Los Oliver Twist) van a estar en Ciudad Gótica, a instancias de D. Grayson, y ante el misterio de que uno de ellos pudiera estar muerto, deciden investigar. Para eso Bruce Wayne los invita a su llegada a la ciudad a pasar su estadía en la mansión. La historia, que más allá de un tinte de suspenso esconde una sátira interesante, ridiculiza la conspiración y el alboroto de la época. Y cuenta casi al final lo que Batman y Robin descubren: en realidad, el músico que decían que había muerto estaba vivo y los muertos eran los otros tres, que habían fallecido en un accidente. El que vendría a ser Paul seguía vivo y reemplazó a los otros tres para que la banda no desapareciera en su apogeo. La edición mexicana de Editorial Novaro salió un tiempo después y el capítulo se llamó Dado por muerto.

Así fue como el misterio reunió a dos íconos de la cultura pop de aquellos años (Batman y los Beatles), la Batmanía y la Beatlemanía se daban la mano.

Gustavo Aguilera