Lynyrd Skynyrd: (Pronounced ‘lĕh-‘nérd ‘skin-‘nérd) (1973)

13 de Agosto de 1973 – 46 Años de su Primer LP

No muchos tienen el agrado de conocer la banda de la reseña a pesar de tener un éxito a nivel mundial que trascendió su género: es un himno del Rock mundial, y muchos pueden haberlo escuchado hasta en películas de Hollywood.

Los Lynyrd Skynyrd son una banda de Rock, y más precisamente del denominado Rock Sureño, que se formó en 1964 en la ciudad de Jacksonville, Florida, USA. Sus miembros fundadores fueron el vocalista Ronnie Van Zant, los guitarristas Gary Rossington y Allen Collins, el batería Bob Burns y el bajista Larry Junstrom. Luego de varias opciones, el grupo decidió adoptar el nombre de Lynyrd Skynyrd en referencia al profesor de gimnasia de algunos de sus miembros, clase a la cual faltaban algunos de sus alumnos para irse a ensayar en lo que años después sería esta banda. En verdad el profesor se llamaba Leonard Skinner, por lo que los muchachos decidieron cambiarle todas las vocales de su nombre y sustituirlas por la “y”.

Años después y sin aun haber editado disco, sencillo o EP alguno, tuvieron unos cambios en su line-up. Fue a partir de esos cambios y luego del año 1973 que comenzaron con su producción musical más gloriosa y fantástica tras la llegada del tecladista Billy Powell, del bajista Leon Wilkeson, del batería Artimus Pyle, y de los guitarristas Ed King y Steve Gaines. El conjunto grabó cinco álbumes de estudio: (Pronounced ‘lĕh-‘nérd ‘skin-‘nérd) del año 1973, Second Helping de 1974, Nuthin’ Fancy de 1975, Gimme Back My Bullets de 1976 y Street Survivors de 1977.

Los Lynyrd Skynyrd son una banda icónica de los E.E.U.U. dentro de la escena del Rock en general, y aunque específicamente dentro del estilo “Rock Sureño” pueda discutirse si fueron o no los pioneros, no por ello dejan de ser fundamentales sus aportes a ese género musical. A pesar que con el transcurso de los años pasaron a engrosar las listas de los grandes del Rock, su estilo particular es el “Rock sureño”; este estilo no es más que un subgénero del Rock complementado con sutiles toques bluseros, elementos del viejo Rock ‘N’ Roll de los ’50 y ’60 y algún que otro retoque de country.

Tengamos en cuenta que en esos momentos de la historia y particularmente la escena musical de EEUU no tenía un relieve o un auge con bandas que marcaran liderazgo. El liderazgo de Elvis venía en decadencia sobre todo en la década del ’70 hasta su muerte en agosto de 1977. Así, con el fin del R’n’R, Norteamérica pasó a encerrase en sí misma y a reflotar bandas de estilo Folk, como son las composiciones de Bob Dylan, Joan Baez, de la escena psicodélica de la Costa Oeste, The Mamas and the Papas, The Animals, o el del rock salvaje neoyorquino de Los Ramones, del country de Nashville y los sonidos únicos de Nueva Orleans, con su blues y música negra.

La música de los años ’60 y ’70 está marcada por un gran abanico de bandas británicas, lo cual se resume en la “British Invasion, con un sinfín de grupos, unos que finalizaban su carrera, otros que despegaban y alcanzaban sus mejores momentos y otros que iniciaban el recorrido. Ejemplo de esto fue el auge y el final de los Beatles, el despegue de los Stones, The Kinks, de Black Sabbath, Led Zeppelin, Deep Purple, Queen, Rainbow, The Who, Pink Floyd, The Faces, Sex Pistols, etc, etc.

A su vez, el estilo que años después pasaría a denominarse Heavy Metal, como tal aún no había nacido. A pesar de ello, en el viejo continente se disfrutaba del incipiente auge de lo que sería la tríada sagrada: Zeppelin, Purple y Sabbath, los cuales ya contaban en su haber con varios discos. Pero el repunte e inicio de ese estilo, que se daría con los debuts de grupos como Judas Priest, Iron Maiden, AC/DC o Motorhead, aún no había visto la luz.

Entonces, y volviendo al país originario de Lynyrd, grupos como Allman Brothers, The Marsahll Tucker Band, ZZ Top, Blue Oyster Cult, Charlie Daniels Band, The Outlaws, Blackfoot y Creedence ya habían dado sus primeros pasos. Todo dentro de ese auge del estilo Folk, muy norteamericano. Fue entonces, dentro de esa década de los ’70 y de los parámetros musicales que EEUU estaba disfrutando, que los Lynyrd estallan en su auge con la edición de sus primeros cinco discos, lanzados sucesivamente uno tras otro cada un año.

Pero, comienzo tienen las cosas, y es en esta oportunidad que estamos hablando del caso del puntapié inicial para la banda Lynyrd Skynyrd.

Fue un día 13 de agosto del año 1973 cuando Lynyrd Skynyrd sacaron su primer disco. Bajo la producción del mítico Al Kooper, ese legendario pianista, guitarrista, cantante, compositor y productor discográfico de rock y blues, este trabajo alcanzó cotas muy elevadas en la historia del rock sureño. Impulsado por los Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd insiste en la tradición sureña como reivindicación de un modo de vida. Ronnie Van Zant y George Rossington, cantante y guitarrista respectivamente, son los compositores de casi todas las canciones del LP, consiguiendo un más que logrado debut casi perfecto.

Con tan solo 8 temas y con ninguno de ellos como relleno, el LP te arrastra hasta el zenit de lo fantástico en un raudo viaje, así como debut de quinceañero, dejándote con ganas de mucho más. Esos mojones de excelencia y exuberancia que son cada uno de los temas del disco, pueden resumirse en lo siguiente:

  1. I Ain´t The One: típico tema de este grupo que posee un riff inicial muy roquero, al cual se le suma luego de unos segundos una guitarra líder que se luce con el gran solo principal de la canción, para finalmente, la voz de Ronnie Van Zant, hacer su primer destaque. Este es uno de los temas por los cuales resulta muy acotado el universo idiomático para poder describir la genialidad realizada por estos músicos, sobre todo porque alcanza la excelencia en tonos de simpleza. Acá se aplica aquello de que “lo menos, es más.”
  2. Tuesday’s Gone: la banda nos ofrece el primero de los dos temas lentos que hay en el disco, y quizás la canción más conocida para todos gracias a Metallica, quienes inmortalizaron en su disco “Garage Inc.” una versión del tema que hace que se te caigan las medias… El sentimiento de tristeza y nostalgia que transmiten esas guitarras y la interpretación vocal de Van Zant son irrepetibles.
  3. Gimme Three Steps: clásico infaltable en todos sus conciertos y recopilaciones. Tema rockero de buen riff central, con melodía y estribillo pegadizo, un solo genial en forma de outro y una línea de bajo que se sostiene firme y constante durante toda la canción.
  4. Simple Man: otra balada del disco, y que al igual que su antecesora, se disputa dentro de los clásicos de la banda, estando siempre presente en los set-list del grupo. El tema trata un tópico clásico para el estilo, donde al protagonista se le da una serie de consejos por parte de su progenitora para que pueda encarar la vida como un simple y gran hombre.
  5. Things Goin’ On: el tema comienza con una intro donde guitarras, bajo y batería se complementan a la perfección. Ya a partir del primer minuto es cuando entra en acción el tecladista, para ser el instrumento de destaque de la canción dejando un instante para que se luzca a la guitarra líder en su solo central. Es una canción diferente al resto, la cual le agrega nuevos matices a este trabajo, ya que demuestra lo bien que le hacen los teclados a este estilo. Tal es así, y siendo un emblema para este estilo musical por su calidad y virtuosismo a la hora de ejecutar su instrumento, que Billy Powell estuvo en una especie de contienda virtual con Chuck Leavell, el tecladista de los Allman Brothers, para ver quién engrosaría las filas de los Rolling Stones cuando estos salieron a la caza de un tecladista. Fue al final éste último el elegido por los británicos.
  6. Mississippi Kid: un tema como para recordar las raíces de los músicos del grupo. Otro clásico infaltable en los conciertos, donde resaltan la buena ejecución del riff de la guitarra líder, el slide de Rossington, la harmónica y el marcado ritmo de la batería, la cual para la interpretación del tema pasa a integrarse únicamente con un tom que usualmente el batero usa colgado y toca de pie.
  7. Poison Whiskey: volvemos a un tema bien rockero, en donde guitarras, voces y teclados se lucen por igual. Otro ejemplo de un clásico tema de Rock donde los tintes sureños fluyen de todos lados.
  8. Free Bird: muy poco para decir de un verdadero HIMNO o clásico. Es el mejor tema del disco y una de las mejores canciones de la historia del rock. Nos encontramos ante una canción épica (con una duración de más de nueve minutos), donde claramente puede dividirse en dos diferentes partes. La primera de ellas es una balada, la cual de a poco va in crescendo minuto a minuto para alcanzar su clímax en su segunda parte, la cual es instrumental y se convierte en un festín de guitarras y solos, donde la dupla Rossington-Collins se luce magistralmente. Tal es así, que la revista “Guitar World” la ubica en la posición #3 en su lista de los 100 mejores solos de guitarra de la historia. La letra también es un emblema del grupo y referente para el Rock Sureño en como describe la idiosincrasia y forma de vida de uno de sus baluartes. Para los que aún no conocen el tema, esta canción representa lo que Stairway To Heaven a Zeppelin, Paranoid a Sabbath, Highway To Hell a AC/DC o Master of Puppets a Metallica.

A pesar de haber sufrido una tragedia aérea, la banda sigue batallando por la supervivencia del Rock Sureño. Así pues, el 20 de octubre de 1977, el avión Convair CV-300 que los trasladaba a Baton Rouge en Luisiana, se desplomó en Gillsbourg, como consecuencia del fallo de uno de los motores, amén de quedarse sin gasolina. Fallecieron el piloto, copiloto, el manager del grupo, más los hermanos Steve y Cassie Gaines y el cantante Ronnie Van Zant.

Y cosas increíbles que parecen hasta endemoniadas casualidades. Uno de estos hechos era que Lynyrd Skynyrd se acababa de deshacer de su viejo autobús, puesto que los compromisos de entrevistas y conciertos se empezaban a multiplicar a lo largo y ancho de todo el país, lo cual obligó al grupo al cambio de transporte para cumplir con las exigencias y requerimientos del ascenso en su carrera.

Y otra de las más trágicas casualidades: justo tres días antes del accidente, salió al mercado “Street Survivors”, su quinto álbum de estudio, el cual tenía una portada que parecía un aterrador presagio. En ella, los miembros de Lynyrd Skynyrd aparecían envueltos en fuego, casi como si eso fuese un aviso de lo que les iba a ocurrir. Por supuesto que la compañía de discos de la banda, MCA, cambió la portada del disco por otra similar pero sin las llamas, por respeto a los fallecidos, aunque 30 años más tarde se recuperó la portada original.

Por obvias razones, la banda tuvo un parate de una década, ya que en 1987, los miembros supervivientes del accidente, Gary Rossington, Billy Powell, Leon Wilkeson y Artimus Pyle, más el miembro original de la banda Ed King, refundaron el grupo. Allen Collins, quien estaba paralizado tras un accidente de coche en 1986, participó como director musical. Y como cantante, se le pidió al hermano pequeño de Ronnie Van Zant, Johnny Van Zant, que ocupara su lugar, lo cual aceptó y ahí está girando con la banda todavía.

Considero que si sos de escuchar buen Rock y en la actualidad te gustan bandas como The Black Crowes, Gov´t Mule, Third Day, Drive-By Truckers etc., no puedes dejar pasar esta oportunidad de disfrutar de un clásico y pilar fundamental para el estilo en el que estás husmeando. Y si es que aún no lo has hecho, deberías raudamente volar hacia tu fuente de donde obtienes música, sea cual sea, y girando la perilla del volumen hacia el lado que dice “max”,  inundes el ambiente de la mejor combinación de tonalidades que jamás alguna vez podrás escuchar.

Tomás Cámara