Una Aplanadora Me Atropelló, (Debo estar por morirme).

Av. Artigas esq. Zorrilla de San Martín, Pando, diciembre de 1980-

«…Una aplanadora me atropelló…»* una de las primeras composiciones punks rioplatenses es interpretada a capela por Esteban «Cabeza» Lafargue (baterista de The Vultures, embrión de Los Estómagos) mientras me alcanza un Alme de 60′ (con los dos primeros discos de Ramones) frente a la Relojería Santa Rita.

La tele, la radio y los diarios vomitaban la farsa del Mundialito criollo, el éxito del verano europeo y las repercusiones del NO, en ese orden. Los pioneros del punk en Uruguay se habían formado en el patio del Brause, liceo público de Pando, Gustavo Parodi y Fabián «Hueso» Hernández aborrecían el fútbol, las 4 FMs y los titulares alarmistas. El cuarto de «El Hueso», en Empalme Olmos, sirvió de sala de ensayo hasta que se rajaron las paredes y la casa de Parodi, arriba de una farmacia pandense, los acobijó. La queja de algún cliente logró que se trasladaran a la mítica casa de Pratto. Las caminatas diarias por las vías del tren de Fabián, contribuyeron a su apodo (3 kilómetros separan Empalme Olmos de Pando).

Ya en 1981, Gustavo Parodi (guitarra y voz), Fabián «Hueso» Hernández (teclados), Esteban «Cabeza» Lafargue (batería) y Pablo Peluffo (bajo), quedan eliminados de un festival hippie realizado en el Velódromo Municipal llamado Mont-Rock. Tendrían la revancha, semanas más tarde, en la sala Sir Millington Drake del Teatro Anglo, en un concurso de bandas, donde ejecutaron un tema propio sumado a una primitiva versión de «God save the Queen» de los Sex Pistols, la cual dejó atónito a su futuro primer manager, Gonzalo «Gonchi» López**, recién llegado de Madrid.  El resto de la historia es conocida.

*Estribillo de «La Aplanadora» que junto a «La Barométrica» y «No me rompas» (versión de un tema de la banda inglesa The Skids) fueron las canciones de The Vultures que permanecieron en el repertorio de Los Reventados-Los Estómagos.
 **Autor de la célebre frase «Los Estómagos se comen lo que usted deja en el plato».

Sala 024, cama B, Hospital Español, abril de 2018

Renzo Teflón hace dos meses que está internado, recién llegamos de una breve caminata por el pasillo. «En los dos últimos días pasó mucha gente a saludarme, debo estar por morirme», me dice mientras le alcanzo un vaso con agua desde una mesa atiborrada de regalos caseros y cartas de fans.

De toda su estadía en los centros asistenciales* hay una imagen que recuerdo con mucho cariño: Renzo acostado y Fabián «Hueso» Hernández sentado a los pies de la cama. Ahí estaban, dos figuras protagónicas de la década del ochenta, frente a frente. En esa posición, durante un par de horas, mantuvieron una increíble charla (confesión mediante) sobre sus ex-bandas en aquellos agitados días.

Para muchos puede ser una triste anécdota, para algunos (entre los cuales me incluyo) un síntoma que requiere ser interpretado.

*Renzo «Teflón» Guridi falleció la tarde del lunes 23 de abril de 2018, víctima de cáncer de pulmón, en la sala contigua al CTI del Hospital Maciel.

Hugo Gutiérrez