Incomprendidos

“Ser pobre es como darte un baño de agua helada: a nadie le gusta, pero en cierto modo sienta bien. Hace que tus sentidos estén más despiertos”. Esos dichos, de William Reid, abren la formidable autobiografía, a dos voces, de los Jesus And Mary Chain publicada, en castellano por Contraediciones en 2024.

La mitología del rock and roll está plagada de conflictos entre hermanos. The Kinks, Oasis, los Everly Brothers, incluso los aparentemente armoniosos Beach Boys, prosperaron y a veces naufragaron gracias a su dinámica familiar. William y Jim Reid, guitarrista y voz de The Jesus & Mary Chain respectivamente, aman el rock and roll. Jim incluso escribió una canción titulada “I love rock ‘n’ roll”, sincera hasta cierto punto, pero también una réplica ambigua al “I hate rock ‘n’ roll” de su hermano, una canción que comienza con un tierno “I love rock ‘n’ roll”. Complicado y mezquino, como la vida misma.

En esta entretenida autobiografía, el lector puede disfrutar de dos narrativas por el precio de una, mientras la historia de los hermanos oscila entre sus dos perspectivas, con el escritor fantasma Ben Thompson como árbitro. Sus relatos, separados pero entrelazados, se presentan en diferentes tipografías, lo que resalta las sutiles contradicciones de sus recuerdos. Lo que ambos comparten es un humor mordaz. El texto está impregnado de un tono de descontento irónico, ya sea relatando sus primeras desventuras como banda, sus dolorosos encuentros con sus héroes musicales o las turbulencias de su propia relación, la cual ha tenido sus momentos de montaña rusa, pero lo que surge más claramente de su autobiografía es su vínculo fraternal, especialmente cuando se oponen a la tendencia familiar y abandonan el trabajo duro por la bohemia económica y los sueños de la banda perfecta antes de darse cuenta de que sus fantasías separadas son en realidad una aspiración compartida.

Los hermanos relatan sus aventuras musicales, desde el ensayo y error hasta la temprana infamia, las giras internacionales, la separación y el regreso, con una mezcla de convicción y realismo. Queda a criterio de otros evaluar su impacto cultural más amplio. No hace falta ir muy lejos en Escocia para encontrar un fan para quien su clásico álbum debut, Pyschocandy, fuera transformador, casi mítico, aunque su sonido característico surgió de una guitarra de segunda mano y un pedal fuzz roto. Never Understood ilumina la esencia roquera, es divertido, tenso y, en ocasiones, burlesco.

Los hermanos crecieron en Parkhead con un padre daltónico (obsesionado con los Rangers) y un baño compartido entre varios vecinos, antes de mudarse a East Kilbride. Justamente, los años transcurridos en esa zona ofrecen el interludio más agradable del libro, ya que Jim, en particular, captura los vaivenes de la vida en una ciudad nueva con algo que roza el afecto genuino. A medida que se desarrolla su historia personal y profesional, la imagen cultivada de superioridad hosca de los Mary Chain, fruto de la timidez y la contradicción, se desmorona. Es así como estos dos eternos marginados, de sesenta y tantos, emergen como cronistas expertos y para su eterna vergüenza, sus relatos van de la mano con los dedos entrelazados.

Lic. Hugo Gutiérrez