The Harmony Codex De Steven Wilson

Afuera todo es ruido y furia

Entre lo inocuo y la redundancia, el ruido y la furia, o el cansancio y el desgaste. Podría definirse así el panorama musical vigente en muchos aspectos. Por eso, frente a esa especie de bosque de concreta monotonía, encontrar una bocanada de aire fresco debe ser recibido con algarabía. Existen, están ahí, ocultos o perdidos entre toneladas de sonidos y cacofonías, artistas y propuestas que merecen ser escuchadas. Por fin, después de varias búsquedas, un excelente disco de 2023 llegó a mis manos.

The Harmony Codex de Steven Wilson es una de esas agradecidas oportunidades de disfrutar música en todo su esplendor. Este álbum es un ambicioso esfuerzo musical que se anima a desafiar convenciones y experimentar de forma profunda, creando una experiencia auditiva inmersiva, atrapante. Una enorme y diversa gama de influencias entrelaza varios géneros: ambient, electrónica, jazz, kraut, pop, rock progresivo, trip hop. Todo tiene su momento y su lugar.

Vamos a recorrer el disco tema a tema:

Inclination: marca el punto de partida, una intro maquinal con las cajas de ritmo de Jack Dangers y las percusiones de Pat Mastelotto desarrollan gradualmente capaz de sonidos. La canción se detiene, avanza y se incorporan elementos de jazz y un solo de guitarra de David Kollar.

What Life Brings: una canción más tradicional en los terrenos del rock, dominada por una guitarra acústica, un bajo profundo y capas vocales con una hermosa melodía. Contrasta con el tema anterior, pero llega a ese lugar de una forma natural y fluida, dando unidad a la propuesta que se va desarrollando.

Economies Of Scale: Steven Wilson se pone el disco al hombro y toca todos los instrumentos y las armonías vocales en capas. Cuenta con la compañía de Adam Holtzman en sintetizador modular. Predomina un enfoque más experimental, que rompe convenciones de estructura y ritmo.

Impossible Tightrope: Una obra que ronda los once minutos y no da respiro: cuerdas en el inicio, con clima cinematográfico, que dan paso al desarrollo de saxos, violines, baterías. Capas y capas de guitarras y un solo de piano eléctrico de Holtzman para el recuerdo. Un viaje espacial.

Rock Bottom: Este tema con la participación de la cantante Ninet Tayeb es un momento destacado del disco. La conjunción de las voces con Wilson genera un cruce de armonías y contrastes emocionales, que llegan a su cima con el solo de guitarra de Niko Tsonev. La canción más luminosa y con mensaje esperanzador del trabajo, que se ve dominado por textos más contemplativos.

Beautiful Scarecrow: Un pasaje al enigma, arranca con una base electrónica y evoluciona hacia el contraste con una percusión tribal. Una canción cercana al postgrunge, resaltada por los efectos de distorsión de la voz de Wilson y el peso del bajo de Nick Beggs.

The Harmony Codex: No sólo es la canción que da título a la obra. Es una hermosa mezcla de sonidos electrónicos ambientales, guitarras suaves y atmosféricas, que incluye elementos de narración que evocan el concepto del álbum. Una voz nos dice:

“Parece que estoy a millas sobre la superficie de la tierra. / Puedo ver todo Londres y más allá luces de miles de ciudades. / Edificios imponentes en lugares lejanos. /Barcos y tormentas en el mar y más allá. / Un billón de estrellas en mil millones de galaxias. /Miro a lo largo de los milenios cómo parece que la luz de estas estrellas llega a la tierra. /Cierro mis ojos /Y respiro”

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“Vine aquí buscando algo. /Pero ya no recuerdo qué es esa cosa. / ¿Te soñé? / ¿O me estás soñando ahora? / A medida que tus pensamientos despiertos se hacen cargo gradualmente, /todos los sueños finalmente se olvidan / y pierden…”

Los textos del álbum nos hablan de manera muy abstracta y abierta a las interpretaciones, sobre el paso del tiempo, con un tono existencialista.

Time Is Running Out: Una reflexión sobre la efímera naturaleza de las demandas de la industria musical matizada con una melancolía sutil. Al igual que en “Economies”, o “Harmony”, Steven Wilson hace todo, acompañado por otro solo de guitarra de Tsonev.

Actual Brutal Facts: Esta canción se adentra en el territorio del trip-hop, contando nuevamente con la contribución Jack Dangers de Meat Beat Manifesto, además de Nate Navarro en bajo, Holzman en piano y Kollar en el solo de guitarra.  Las voces de Wilson suenan profundas, amenazantes.

Staircase: Cierra el disco con una atmósfera cautivadora. Sutiles líneas de Chapman stick a cargo de Nick Beggs. Un ritmo calmo en las baterías (Craig Blundell y Sam Fogarino), que se interrelacionan generando una sensación orgánica. Un emotivo solo de guitarra a cargo de Tsonev. Y el cierre con la melodía del tema “Harmony Codex” que favorece la continuidad y fluidez de la obra.

Así se llega al final de una experiencia sonora inmersiva que nos invita a explorar temas que van desde la introspección hasta la crítica social y la reflexión sobre la vida moderna. Un viaje sonoro que entrelaza pasajes narrativos y textos contemplativos, con ritmos hipnóticos y armonías vocales, que crecen a medida que se suma la escucha del disco. Un trabajo que desafía convenciones y experimenta con posibles caminos para el desarrollo de la música del siglo XXI.

Gustavo Aguilera