Fervorosamente corre el tiempo arrastrándonos con él hacia bien uno no sabe dónde sin que podamos detenerlo, bajarnos o siquiera pausarlo para un pequeño momento de descanso o reflexión. Así estamos, así vivimos y así pasamos por este mundo. Tal es así que aquí me encuentro nuevamente frente a la pantalla y con las manos sobre el teclado intentando resumir este 2024 en categoría musical sin haberme dado cuenta que también este año se fue. Para no convertir estas líneas en una excusa de porqué mejor no le planteo estos traumas a mi sicólogo (sobre quien tengo un lindo recuerdo luego que me dijera que no volviese nunca más por salud mental de él). En fin, antojadiza, de gusto y convicción personal, sin parámetros muy serios, aquí va la lista de 10 de los mejores álbumes de rock y metal de este 2024.

Marilyn Manson – One Assassination Under God – Chapter 1
Esta vuelta sí que es controversial y es después de no pocas ni sencillas situaciones por las que el artista ha pasado. Un silencio de cuatro años, mitad de ellos en forma obligada, dado que el Reverendo Manson tuvo que enfrentar cerca de 12 acusaciones de violación de distintas mujeres, dentro de las cuales figuraba su ex pareja Evan Rachel Wood. Solucionados estos asuntos extramusicales, el Reverendo se encerró a grabar una nueva placa la cual salió hace poco más de un mes a la palestra pública.
Acerca del disco, vemos que Manson resumió en la placa varios de sus últimos estilos en una gama bastante amplia, como nos tiene acostumbrados, que pueden ir desde el más visceral nu en canciones como “Nod if you understand” o “Raise the red flag”, que te retrotraen a la década de los ’90. Tenemos canciones que rondan el hard rock y el power pop en “Sacrilegious” o “Meet me in purgatory”, o podemos recorrer zonas más oscuras y góticas como en “As sick as the secrets within”.
En resumen, todos los demás temas podrían asociarse con algún disco anterior, ya que el Reverendo nos ha venido adelantando estos nuevos estilos en sus trabajos previos. Por lo tanto, la sorpresa no es magnánima pero tal vez sí te quede una sensación de saciedad y paz interior, dado que al fin Dios ha soltado a su hijo pródigo y lo ha devuelto a la Tierra para predicar con su voz y música.

The Black Crowes – Happiness Bastards
Este es otro de los gustitos personales, de las caricias al alma (si es que tengo) y que personalmente me doy. Una banda icónica en el mundo del rock, y más específicamente del rock sureño. La banda iniciada fundada por los hermanos Chris y Rich Robinson tuvo un siglo XXI bastante complicado y poco productivo. Se separaron en 2002. En 2013 volvieron para hacer una gira y para 2015 volvieron a separarse. Ahora bien, el último capítulo es en 2019 cuando anunciaron la reunión de The Black Crowes y una gira para conmemorar el 30 aniversario de su álbum debut, Shake Your Money Maker. Cumplieron con la gira, volvieron a componer, al estudio y así nació Happiness Bastards, lanzado en marzo de este año, luego de aquel lejano Before the Frost… Until the Freeze del año 2009.
El disco colmó mis expectativas, las cuales no eran pocas. Tiene muy buenos temas siendo, por ejemplo, “Wanting and waiting” la que de primera oída ya entra directa al corazón. Un guiño al mundo zeppelino con el tema “Cross your fingers”, de estructura y sonido bastante pesado, o inserciones por el mundo del folk con “Wilted rose” (donde aparece en un dueto la cantante country Lainey Wilson) o “Flesh wound” con un gran desempeño de piano y un muy lindo final.
En sí el disco es muy parejo y son varios los temas que perdurarán en tímpanos y corazones de varios fans, lo que dentro de las circunstancias que la banda venía padeciendo es algo muy bueno. Tal vez lo que necesitaban los hermanos era un poco de distracción, de despejarse uno del otro por un cierto tiempo, para que la llama del rock resurja fervorosamente. Y esto se resume en este disco.

Ihsahn – Ihsahn
La distancia no es el olvido y el tiempo es pasajero, dicen por ahí, aunque certificar eso, de seguro es tarea bastante engorrosa y para nada agradable. Este padecer in eternum siempre sucede con lo que a uno generalmente le gusta, y esto es debido a que ve aumentada la realidad temporal cuando uno quiere que lo bueno se repita.
Tal es el caso de las obras generadas por nuestro veterano amigo Tveitan, o conocido popularmente como Ihsahn con su significado de excelsa forma de adoración y la más sublime forma de trabajar. Nuestro nuevo músico y compositor noruego multiinstrumentista creemos que bien rinde honor a su nombre artístico, dado que luego de seis años y aquel álbum llamado Ámr de 2018, reaparece desde el infierno con este homónimo que muy bien parado lo deja.
Un bagaje variado de 11 canciones y 48 minutos es el contenido de esta placa. Desde las que podrían ser bandas sonoras de películas nos ofrece temas puramente instrumentales como son “Sonata profana” y “Cervus venator”, siendo una forma muy inteligente de introducir un poco de black metal como excusa de ambientación de escenas. En su línea media de creación, el black sinfónico, técnico y ambiental, este nuevo disco nos ofrece temas como “At the heart of all things broken”, “Pilgrimage to oblivion” o “The promethean spark”. Para el otro extremo de creación queda la faceta alocada, con temas como “Hubris and blue devils” y “Twice born”, donde también aquí nos demuestra su estilo particular e innovador. Un disco redondito y abarcativo de todos los gustos a los que Ihsahn nos tiene acostumbrados.

Darkthrone – It Beckons Us All
Nuevamente se da aquí un caso de un álbum esperado por parte de una de mis bandas predilectas. El dúo conformado por Fenriz y Nocturno Culto con más de 30 años rondando la escena under y extrema y con más de 20 álbumes, Darkthrone ya dejó de estar a prueba en todo lo que hace, sin deberle nada a nadie y donde todo lo obtenido ha sido por motus y riesgo propio. No tiene mucho que demostrarle a nadie. Como tal, este nuevo álbum continúa la línea de sus antecesores en el estilo que parece que este par de amigos se sienten cómodos tocando, y es en el doom.
Nos recuerda aquellos temas ralentizados de Celtic Frost. Desde que el disco abre con “Howling primitive colonies” y cierra con “The lone pines of the lost planet”, la música se circunscribe a una atmósfera densa, lenta y oscura que estos últimos discos nos ofrecen, y aunque los tintes blackers aún se mantienen, no hay mucho para explorar dentro de su música, sabiendo ya cómo es el estilo actual del dúo.
Allá por la mitad del álbum tenemos temas como “The bird people of Nordland”, el cual tiene un riff lindo de escuchar y que recuerda la bonita sonrisa de Fenriz abrazado de su gato, en los momentos felices de estar viviendo en la tundra nórdica en sus tiempos libres como atareado famoso concejal electo democráticamente, como ha de ser.
It Beckons Us All es un disco que se mantiene en los cabales de los anteriores, y a pesar de tener un poco más de sabor de black metal, al final no cambia el norte de lo que pasa por el gusto compositivo de la banda desde hace unos años atrás.

Wristmeetrazor – Degeneration
Los chicos oriundos de Washington DC reaparecen con su tercer disco de estudio, donde nos ofrecen un sin fin de sonidos con una amplitud extrema. Desde doom, pasando por gótico, groove, metalcore, post-hardcore, grindcore y hasta black, el quinteto ofrece una línea más extrema que en ediciones anteriores.
En principio, la forma de cantar de Justin Fornof es dura y cruda, marcando que es el líder del grupo y dejando en claro que en el top ten de los vocalistas del año, seguro dará dura batalla. Dentro de su faceta groove, canciones como “Xeroxed perfection” o “Dogdaygod” se destacan y resuenan como un cuerpo tomado por el diablo y digno de una sesión completa de exorcismo. El tema final de la placa “Greatest love offering in the history of the world”, nos retrotrae a los días felices siendo una pista de rock fantástica.
El álbum tiene un gran énfasis en el ritmo y en la creación de tonos siniestros en todo momento. Muchos doble beat como ráfaga de ametralladora y riffs que suenan como una amoladora. Un trabajo que se siente moderno y fresco y que capta absolutamente las vibraciones de esa época.

Kerry King – From Hell I Rise
Debut muy esperado de nuestro célebre amigo Kerry, el impoluto rey del thrash. Irónicamente vendría a ser como una bocanada de aire fresco, una inyección de sangre nueva a pesar de provenir de alguien que está hace medio siglo encarnando el estilo.
La banda conformada por el vocalista Mark Osegueda, el guitarrista Phil Demmel, el bajista Kyle Sanders y el baterista Paul Bostaph, tienen poco que demostrar, ya que no se les puede exigir a quienes hicieron todo, o casi todo. Tal vez únicamente que sigan vigentes, varíen o improvisen, pero no mucho más. From Hell I Rise se mantiene dentro del marco conocido por la música de Slayer, pero podría marcarse una diferencia con el hecho de que, por ejemplo, Osegueda revitaliza sus mejores momentos vocales en su banda de origen, los Death Angel. Y es así que apreciamos toda su ferocidad en temas más como “Everything I hate about you” y en “Two fists”, los cuales lo dejan bien parado y como estacado en sus años de apogeo, en aquellos 1987 a 1990.
Por supuesto que el guitarrista líder continúa haciendo lo que más le gusta sin apartarse un ápice de su rumbo. Escucharán al demonio mismo encarnado en King, rasgando sus seis cuerdas alocadamente como antaño. Así temas como “Shrapnel” o “Residue”, o la hiper veloz “Crucifixation” dejan en claro que From Hell I Rise puede considerarse uno más de los discos de Slayer, ya que King es Slayer y, como es sabido, el fruto no cae lejos del árbol. No hay posibilidad de que King hubiese hecho un disco con sonido distinto del cual proviene. Esto podrá ser considerado una virtud y una tranquilidad para los fans, o una decepción. Lo cierto es que la conclusión a esta cuestión será el devenir del tiempo el que lo dirimirá.

Alpha Wolf – Half Living Things
Alpha Wolf es un claro ejemplo de perseverancia y lucha. Los chicos oriundos de la isla de Tasmania (ya con ser de ese lugar y tener que batallar contra el demonio que allí habita todos los días, los convierte en héroes) que luego se mudaron para la otra isla un poco más grande, como es Australia, han venido incursionando en el metalcore durante más de 10 años. El disco que nos presentan este año, Half Living Things, es un claro ejemplo del devenir constante entre el deseo de sacar un disco enmarcado en una línea conceptual pero adicionando los particulares gustos de los músicos, que varían entre el nu-metal, core, groove y alternativo con el límite de música rupturista.
Ya desde el arranque el disco es una bomba in crescendo. “Bring back the Boise” es una oda deslumbrante de energía desenfrenada que se origina en una combinación de scratchs de vinilos con potentes riffs. En el tema “Sucks 2 suck” se nos presenta al legendario líder de Body Count, Ice-T, vociferando a su mejor estilo y remarcando que el tiempo pasa para algunos pocos.
El tema “Mangekyō” ya suena a como que la bomba explotó, pero te explotó frente a ti mientras vos sostenías un balde de fuel-oil. Es un constante despliegue de artillería sónica en los oídos, machacándote la cabeza a martillazos uno tras otro. También temas como “Garden of eyes” y “A terrible day for rain” son algunos de los ejemplos más promiscuos de todo el maldito disco, donde se te sugiere que los escuches alejado de elementos contundentes o cortantes para que así evites auto flagelarte o desmembrarte.
Half Living Things hizo arribar a la banda al umbral de lo que el estilo metalcore puede alcanzar en lo que va del siglo. Es hasta el momento el mejor trabajo de la banda, lo que redunda en un potencial que transforma a Alpha Wolf en una muy buena banda, de esas que casi sería una herejía el no escuchar.

Bruce Dickinson – The Mandrake Project
En esta línea temporal, ¿qué podemos decir con respecto a este artista? ¿Valió la pena la espera? Han pasado 20 años y todo este tiempo lo único que genera es más y más expectativas. Más aún cuando sujetos como éstos son el pilar en otros proyectos musicales a nivel mundial, en los cuales sí han producido discos con mayor asiduidad.
Bruce Dickinson se siente un poco más liberado en este disco, donde puede mostrar facetas que con Maiden le son vedadas. Tal es así que nos brinda ejemplos de folk británico en “Resurrection men”, música hindú en “Fingers in the rounds”, o sonido con ambientación gótica y resalte de teclados en “Rain on the graves”.
“Eternity has failed” es el tema con mayores reminiscencias a Maiden, mientras que “Shadow of the gods” comienza con una suave tonalidad del piano al mejor estilo telenovela venezolana, y todo secundado por quien en la placa aparece principalmente como productor pero vemos que tuvo aportes de guitarrista: el gran Roy Z.
El disco alcanza las expectativas pero no las supera por demasiado. Es un fiel compañero de ruta que no te va a dejar a pie y estará para cuando lo precises, lo cual ya es bastante.

Knocked Loose – You Won’t Go Before You’re Supposed To
Reaparece uno de los eslabones más importantes de los últimos años para el metalcore. El quinteto oriundo de Kentucky, EEUU, formado en 2013, viene en este 2024 a presentarnos su tercer disco, el cual muestra una evolución prominente y prometedora para lo que se vendrá en futuros años.
El disco abre con “Thirst”. Un sampler con sonido martilleante comienza, y en unos segundos se agregan una avalancha de gritos, una tormentosa guitarra eléctrica distorsionada, sumado a una pesadísima base de la batería y del bajo. Temas como “Suffocate”, que incluye a la cantante Poppy, tiene un inesperado ritmo medio cumbiero a la mitad. Tema como lo que podría denominarse conservador pero igualmente brutal y con originales percusiones hay en “The calm that keeps you awake”, el cual le abre el paso a “Blinding faith”, una canción de metalcore perfecta con un simposio de tres voces nivel atómico con claras intenciones de crisparte los nervios.
Es difícil adivinar si You Won’t Go Before You’re Supposed To llegará a trascender como el mejor álbum de Knocked Loose, pero lo que sí se puede afirmar es que han elevado la vara de comparación a un nivel muy alto, alcanzando el punto de exquisitez para el estilo, lo cual es rupturista con lo clásico y perimido del metalcore y que los catapulta como una banda de visión moderna capaz de diferenciarse de su sonido aburrido y genérico desde un lugar privilegiado ganado a puro riesgo.

200 Stab Wounds – Manual Manic Procedures
200 Stab Wounds es el nombre de una banda nueva y muy prometedora dentro del viejo estilo death. Surgida hace apenas cuatro años en la ciudad de Ohio, Cleveland, EEUU, parece que tienen bien claro cuál es su norte dentro del estilo. Siendo éste su segundo álbum, la banda ya ha girado por todo los EEUU dejando una muy buena impresión. Creo que lo significante del grupo es el éxito en la simplicidad, lo cual en este aterciopelado siglo XXI del cual no es ajeno el death, es toda una hazaña notable mantenerse aferrado a los viejos principios sin desviarse y por la poca atención que se puso en el círculo vicioso de drogas, fama, revistas, redes sociales y demás, que lo único que hacen es fagocitar la música.
A primera vista suenan como una banda de death/thrash metal melódico que practica un brutaldeath y mantiene las canciones estrictamente cortadas al ritmo esencial de la vieja escuela. Como fieles representantes del death, interpretan riffs pesados y rápidos adicionados con algunos valores de producción nítidos, donde los riffs ahora se alimentan de una dicción un poco más compleja, sin olvidar los brutales cortes de death metal. Temas como “Gross abuse” continúan la clásica línea rítmica de un tema denso y oscuro del estilo. En definitiva, los demás surcos circundan la fuerza y más fuerza, todo lo cual es el sello distintivo de lo que debe ser el death moderno.
Es un álbum superior al promedio, dirigido a toda la audiencia en general, siendo un ejemplo de este grandilocuente estilo moderno de death metal hecho con mucha energía y ritmo, ejecutado a un nivel muy profesional dentro de un territorio algo nuevo para los músicos clásicos.
Tomás Cámara
