El histórico Estadio Centenario vibró, cantó y bailó al ritmo de Lenny Kravitz y su banda. En un show que nadie quería que terminara, el músico norteamericano de 60 años de edad dejó su impronta de rock and roll marcada a fuego en todos los que estuvieron presentes en este Blue Electric Light Tour 2024. Una noche brillante, llena de la mejor música a manos de un ser con conocimiento profundo de lo que hace y su alcance.

Unos minutos antes de que el concierto comenzara, el clima amenazó al público con una lluvia que parecía haber llegado para continuar. Pero no fue así, ni siquiera bajó la intensidad que se vivía como preparación de lo que vendría poco después. El show comienza con “Are you gonna go my way?”, como Lenny suele hacerlo, mostrando todo el potencial de la banda con uno de sus mayores éxitos. A partir de ahí, todo fue rock and roll, energía, entrega.

La sucesión de temas incluyó sus más grandes éxitos, como era de esperarse, los que conformaron un show explosivo, desbordante de rock y con un sonido que permitió escuchar todos y cada uno de los detalles, y que sacudió mi ropa, pelo y membranas. La banda que acompaña al artista es un lujo, de más está decir, como siempre nos tiene acostumbrados. Los aplausos durante la presentación de los músicos se intensificaron en la presentación de Craig Ross, y se volvieron aún más extensos y vibrantes para la baterista Jas Kayser. Tremenda banda.

¿Qué decir de Mr. Kravitz? Es un crack en todo sentido. Como artista, compositor, músico, intérprete. Su puesta en escena es básicamente rockera, pero dejando lugar para el divismo, haciéndose “el coso” para deleite del público femenino y diversión del masculino. Su swing y su mensaje de amor invade cada rincón del escenario y desborda hacia los espectadores, trepando hasta la última fila del último anillo. Combina de la mejor manera música y actitud inspirado en ilustres antecesores, como Jimi Hendrix, Prince y Robert Plant, entre otros, pero poniendo muchísimo de lo suyo, lo que lo hace único y auténtico.

Párrafo aparte merece la invitación que le hizo a una fanática que portaba un cartel que decía: Lenny I lef my husband home just to get a hug from you (Lenny, dejé a mi esposo en casa sólo para obtener un abrazo tuyo). El músico le hizo el sueño realidad, haciéndola subir al escenario y dándole el ansiado abrazo. La muchacha saltaba de alegría y aprovechó la oportunidad para sacarse una selfie, obviamente.

Para el cierre del show y como bis, la canción elegida fue “Let love rule”, en una versión súper extensa, durante la cual se dio el lujo de mandarse una incursión entre la gente que colmaba el sector VIP, sobreviviendo olímpicamente. Lenny Kravitz cumplió con todas las expectativas y las superó, brindando un excelente show de rock que contó con todos los componentes que deben integrarlo. Una noche repleta de rock.

Ariel Scarpa