
La pregunta del millón:
Una vieja historia dice que Johnny Rotten se presentó a una audición para cantar en los Sex Pistols luciendo una remera que decía: Yo odio Pink Floyd. Otra historia dice que el punk surge como contrapropuesta al rock progresivo y que éste se desmoronó por su culpa. ¿Cuánto hay de cierto en esto?
Un dato relevante:
Durante el proceso de gestación y grabación del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, se define el nacimiento consciente de lo que se dio en llamar rock progresivo. ¿Por qué podemos afirmar eso? Porque George Harrison señaló poco antes de grabar ese disco: «Cualquier cosa que hagamos tiene que ser real y progresiva». Así inauguraba la aparición del adjetivo que marcó una edad de oro en materia de experimentación y libertad creativa.
Un poco de contexto:
En sus orígenes el rock and roll era considerado una música perniciosa, degenerada que surgió para pervertir a los jóvenes. Una moda, según muchos medios de la época, que no duraría demasiado tiempo. Para 1965, con una década de existencia, los músicos de rock estaban prontos para dar un salto cualitativo con su arte. Querían ser valorados seriamente, su música merecía ser aceptada como una forma de expresión que podía apreciarse como culta, no un mero entretenimiento. Es así que muchos artistas se abren camino a través de diferentes búsquedas y el rock comienza una etapa de experimentación profunda. Los Beatles, desde Rubber Soul hasta el final de su historia, abrieron todos los caminos posibles. Así entre 1965 y 1968, hubo un montón de bandas que desarrollaron sonidos y propuestas que vincularon el rock con otras formas y sensibilidades musicales.
Por eso a través de un repaso musical vamos a tratar de responder la pregunta que nos planteamos al principio.
El primer acorde punk y más allá:
1968 – Dentro del Álbum Blanco de los Beatles, en la canción “Everybody’s got something to hide except for me and my monkey”, en el minuto 2:05 se puede escuchar la piedra fundacional de lo que, con el tiempo, se va a definir como sonido punk.
1973 – El disco Quadrophenia de los Who, una obra maestra de la música, contiene un tema que se llama “The punk and the godfather”. En este tema Pete Townshend contrasta la dignidad del fan con el egocentrismo de la estrella, estableciendo básicamente un diálogo con Jimmy (el personaje central de la obra), planteando que un ídolo no es más que lo que los seguidores han hecho de él. Así el punk en cuestión lo acusa de ser un producto, un fraude, alguien fabricado para un mercado consumista. Aquí la crítica a lo que estaba sucediendo y el aviso de lo que estaba por venir son parte del mismo tema.
1974 – Este año Genesis edita un disco doble que se volvió un clásico de la banda y el principio de un cambio muy importante. The Lamb Lies Down On Broadway. Una obra conceptual que cuenta una historia que transcurre en las calles de Nueva York. Una historia inspirada en parte, en la película El Topo, de Alejandro Jodorowsky. Un puertorriqueño llamado Rael, vestido de chaqueta de cuero y jeans azules, el cual tendría una personalidad “real, extrovertida y violenta”. Un arquetipo muy macho del latino clásico callejero en tierras americanas. Un personaje no muy lejano a los que rondarían el mítico CBGB, lugar donde el New York Sound prendería la mecha para que el punk rock recorriera el mundo. Gabriel consideró luego de esta obra, que tenía que explorar otros caminos, que lo acercaron a una experimentación muy diferente a la que llevó adelante con la banda. Un dato no menor, el disco contó con la presencia de Brian Eno.
1975 – Peter Hammill, líder de la Van Der Graaf Generator, edita su quinto álbum solista: Nadir’s Big Chance. Peter adopta la personalidad de un rocker adolescente llamado Rikki Nadir, algo similar a lo que hizo Bowie con su Ziggy Stardust. Y ofrece un disco profético, con un sonido roquero que presenta una crítica lúcida y cínica sobre el negocio del rock, su entorno, su estancamiento musical y hasta una posible salida en la letra de la canción que da nombre al disco: “Somos algo más que simples imbéciles, perpetuamente engañados, así que venid todos, aplastad el sistema con la canción. ¡Aplastad el sistema con la canción!”.
1977 – En plena explosión del punk, surge un proyecto, que no tuvo mucha duración, Stromtium 90. Este grupo sentó las bases de lo que fue una de las bandas emblemáticas de los años ’80: The Police. Mike Howlett, que había sido bajista de Gong, emblemática banda del rock progresivo, decide formar un grupo con Gordon Matthew Sumner, más conocido como Sting, quien era integrante de un grupo de jazz rock llamado Last Exit; el guitarrista Andy Summers (que había tocado en alguna ocasión con Soft Machine y The Animals) y el baterista Chris Cutler, ex integrante de Henry Cow, otro grupo de rock progresivo. Este último sería reemplazado por Stewart Copeland, ex baterista del grupo de rock progresivo Curved Air. Una interesante fusión de prog, jazz y punk sin lugar a dudas.
1979 – A finales de 1977 los hermanos Tim y Jim Smith, guitarra y bajo respectivamente, forman la banda Filth, que pronto cambió su nombre a Cardiac Arrest. Lanzaron un disco simple debut en 1979: A Bus For a Bus On The Bus. En 1981 van a cambiar de nombre y de formación. Pero ya en este tema presentan las características que los definen, como indefinibles. Una banda punk con muchas características del rock progresivo. Quizás la más representativa de este cruce.
1980 – Ese año Hugh Cornwell, cantante de The Stranglers, fue a la cárcel por posesión de marihuana. Para protestar y ayudar al músico en cuestión, el resto de la banda, el 3 y 4 de abril de ese año realizó un concierto benéfico llamado The Stranglers and Friends – Live in Concert. En este toque participaron: Robert Fripp (King Crimson), Steve Hillage (Gong), Nik Turner (Hawkwind) y Peter Hammill (Van Der Graaf Generator) junto a los miembros de Doctor Feelgood, Robert Smith y otros artistas. La unión hace la fuerza.
1981 – Mencionamos recién a Robert Fripp, líder de King Crimson, banda que lleva consigo el galardón de haber editado, para muchos, el primer disco de rock progresivo. Una joya llamada In The Court Of The Crimson King. Esta banda detiene su trayectoria en 1974, luego de la edición de su séptimo álbum: Red, para volver en 1981 totalmente renovados. En ese interín Fripp realizó varios trabajos con Brian Eno y David Bowie, entre otros. La nueva formación de la banda contó con Bill Brufford en batería, Adrian Belew en guitarra y voz y Tony Levin en bajo. Generaron un sonido que abrió fronteras para muchos nuevos proyectos y sensibilidades, vinculadas tanto a lo progresivo, como a la new wave y el post punk.
1988 – El neo prog, que mantenía estructuras del progresivo más clásico, tenía en Marillion a su banda representativa. En 1986 esta banda salió de gira con una banda telonera llamada Cardiacs, invitados por Fish, el cantante de Marillion. Esta banda, formada en 1984, surgió de las cenizas de Cardiac Arrest, manteniendo a los dos hermanos fundacionales como base y agregando otros músicos a la formación. En 1988 editan su primer disco: A Little Man And a House And The Whole World Window.
Pueden surgir de este recorrido musical varias ideas, una de ellas es lo mal que le hacen a la música las etiquetas. También podríamos decir que el rock progresivo es menos un género que una actitud, algo que lo vincula de forma directa con el punk y más aún con el postpunk. El paso evolutivo que surgió de aquel cimbronazo que sacudió la forma de ver la música. En cierta manera, cada expresión musical que logra consolidarse y es absorbida por el mundo de los negocios, se las termina ingeniando para, de alguna manera, lograr el equilibrio entre creatividad y negocio.
En su libro Rip it up and start again. Post Punk 1978-1984, Simon Reynolds dice: “En cierto sentido, el post-punk era rock progresivo, sólo que drásticamente racionalizado y rejuvenecido, con mejores cortes de pelo y una sensibilidad más austera, en lugar del virtuosismo ostentoso. Echando la vista atrás, es el punk rock lo que parece una aberración histórica, un regreso al rock ‘n’ roll básico que en definitiva terminó siendo una breve anomalía, un abrupto paréntesis en el ininterrumpido continuum del art-rock que se despliega desde el principio hasta el final de la década de los setenta”.
Está en uds. lectores llegar a la conclusión.
Gustavo Aguilera

