Lamentablemente todo lo bueno también tiene un final. Y este es el caso del Wacken Metal Battle Uruguay 2024, donde alcanzamos la quinta y última fecha de disputas entre las bandas nacionales para alcanzar la gran final del próximo 7 de diciembre.

El pasado sábado 16, la noche comenzó luego de las 23 horas con la banda Alpha. Este quinteto conformado por José Juárez y Bruno Rosa en guitarras, Mauricio Loperena en bajo, Rodrigo Cuadrado en bajo y Pablo Costa en voz, irrumpieron sobre el escenario descargando pura adrenalina y energía que rápidamente contagiaron a los presentes. Los chicos dieron un concierto que comenzó tan arriba que fue una tarea difícil para las subsiguientes bandas alcanzar esa vara donde la habían dejado.

Con un estilo musical con reminiscencias death, thrash, groove, alternativo y deathcore, fueron el deleite de grandes y chicos, que con canción y canción pogueaban cada vez más hasta hacer vibrar las tablas del piso a un nivel de 7 en la escala de Richter. Toda la banda es un puñetazo directo a la sien que te despabila de un saque de cualquier siesta sabatina que hayas tenido viendo un partido de fútbol del campeonato uruguayo por TV. Desde la bata que te rompe las costillas con su doble beat, más un bajo potente, pasando por la guitarras y sus riffs demenciales, como si todo este combo fuera poco, el mismo está recargado por la forma y energía de Pablo al cantar, saltar, peludear (más allá de su escasa cabellera) e insistir con que el público no afloje en su frenesí y agite.

En segundo turno arremetió en escena la banda montevideana Sabotaje. Este cuarteto de apenas unos cuatro años de vid,a se plantaron firmes sobre las tablas y pusieron toda la leña y el carbón al fuego para mantener encendida la llama del metal. Tocan un thrash, heavy y algo de hardcore, donde se destacan la voz de su frontman, muy firme y cruda.

A pesar de ser nuevos en la escena rockera y tener en contra la imposibilidad de haber actuado en vivo por estar estos años en pandemia, los muchachos se presentaron muy sólidos, tranquilos y sin errores en la ejecución de sus canciones.

Grela fueron los siguientes de la grilla. La banda que nació en plena pandemia también, y que se encuentra formada por por Max en guitarra y voz, Profano también en guitarra y voz, Nachito en el bajo y Lucho en la batería, tuvieron una actuación donde la locura y el desparpajo se dieron cita. En principio, el grupo ejecuta un estilo tan variado como alocado, ya que va desde el punk, hardcore, pasando por el thrash, crossover, para llegar al grindcore y brutal death.

Con su primer EP llamado Ultra Kemando, surgió la historia de “Super Grela”, el icono del grupo, un superhéroe borracho el cual apareció en escena disparando su súper pistola de agua, haciendo las delicias de los presentes, quienes no dudaron en plegarse a ese desenfreno. Canciones de ritmo esquizofrénico, ultrarrápidas, de riffs veloces y melodías bien marcadas, con cortes abruptos y vociferaciones entre desgarradoras y guturales de ultra tumba de sus dos cantantes. Una propuesta entre espeluznante, apabullante y demoledora que no deja de asombrar.

Acto seguido aparecieron los chicos de Mr. Hyde, banda formada hace apenas unos meses en la heroica Paysandú por parte del ex Ritual De Nacimiento, Jorge “Brasil” Rivero. El resto de la banda la conforman Giancarlo Piñera en la otra guitarra, Manuel Flores en voz, Victoria Etchecopar en bajo y Matías Menta en la batería.

La banda se presentó con sus músicos cubriendo medio rostro con pañuelos, mientras que el vocalista tapaba sus ojos con una venda durante todo el show. Los chicos interpretan un estilo death, progresivo, técnico, con muy buenos riffs bien logrados y ejecutados que dan una potencia inusitada a la banda.

Seguidamente escuchamos a un power trío denominado Tierraciega, quienes interpretan un estilo groove alternativo con atmósfera ruda, cruda y dura. Formada en Montevideo allá en aquel lejano 2016, sus músicos son Javier González en la batería, Gabriel Hitateguy en el bajo y Roberto Dalaison en voz y guitarra.

La banda hace unas interpretaciones llenas de sonidos oscuros y crudos de muy buenos riffs y una base rítmica muy marcada con cortes, pausas y reenganches bien logrados, mientras que la temática de sus letras tratan asuntos como las guerras, lo caótico de este mundo, la violencia en la sociedad y diversos conflictos internos del propio ser humano.

Y para el cierre, los muchachos de Unraised God, un conjunto conformado por cuatro integrantes de diversos países, que se conjugaron para conformar en Montevideo hace apenas un año, esta propuesta de metal alternativo que oscila entre el nu, deathcore, metalcore y thrash.

Con diversas pinturas en sus rostros, los chicos dejaron bien en claro que su propuesta es un mix de diversos gustos musicales por los que sus integrantes han estado incursionando y que plasman en cada una de sus canciones. Desde el grunge de los ’90 más el rock alternativo, pasando por el nu y hasta alcanzar sonidos deathcore, la banda ofrece un increíble batido de sonidos de exquisito aroma a metal post moderno en una condición de bien sazonado y gustoso para paladares exigentes. Demostraron en escena que saben bien lo que hacen, dado que ejecutan con muy buena técnica los instrumentos así como los arreglos vocales. Un excelente proyecto metalero al cual se le avizora un próspero futuro de seguir con estas condiciones.

Realizada la votación, la misma arrojó como ganadora a la banda que abrió la noche y que dejó tan alta la vara que nadie pudo superarla. Estos fueron los chicos de Alpha… ¡Felicitaciones!, y nos vemos en la gran final.

Tomás Cámara