Siempre que entran dos, cabe una tercera. Y así fue. El pasado sábado 2 de noviembre nuevamente en Midas Pub, se dieron cita seis nuevas bandas para la disputa de una nueva contienda clasificatoria para la gran final que dirimirá quién irá por Uruguay al próximo Wacken Open Air en agosto de 2025 en Alemania.

Pasados unos pocos minutos de las 23 horas subieron a escenario Francisco Chiesa en la guitarra, Juan Rodríguez en el bajo, Tito Viera en la batería y Valeria Sarro voz, quienes desde 2022 conforman la banda Arches. La banda ejecuta un metal alternativo con retoques de groove, nu y progresivo con una destacada labor de la dama encargada del canto. Tiene una voz magnífica que alterna entre gritos puentes y melodías de una tonalidad muy alta, la cual alcanza sin desafinar ni romper ningún vidrio.

La banda suena en conjunto muy bien haciendo metal en forma muy profesional y técnica con un sonido que recuerda a Épica, Evanescence o Jinjer, entre otras. Una muy grata sorpresa lo que uno descubrió con estos chicos.

Acto seguido apareció la banda Subnormal, los cuales se formaron hace diez años en la ciudad de Nueva Helvecia, Departamento de Colonia, sumando a un integrante de Montevideo. Tienen un estilo nu metal, técnico e industrial. Los músicos son Romina Goycoechea en el bajo, Joaco Núñez en guitarra, Gastón Lorenzo en batería y Leandro Medero en la voz.

Tienen un gran desempeño sobre las tablas, contagiando al público con sus riffs frenéticos de ritmos bien marcados y una potente base rítmica. Dieron el primer golpe duro y directo al mentón de los presentes para que, a pesar de ser el día de los muertos, los escuchas saltaran como seres vivos que eran.

El tercer acto fue comandado por los chicos de Corrosión, una banda también con diez años en la escena nacional, surgida en la ciudad de Las Piedras, y que tocan un estilo thrash death, siendo sus integrantes Juan Iglesias en voz, Gabriel Nievas y Eliezer Cardozo en guitarras, Ernesto Viera en el bajo y Rodrigo Álvarez en la bata.

Con material editado hace unos años, como ser su primer disco de estudio titulado Matar Para Vivir”, más los singles “El vicio del sacerdote” y “La sangre de la inocencia” que formarán parte del segundo disco, los chicos calentaron el ambiente con un potente sonido y contundente actuación, lo cual repercutió en el cuerpo de los presentes dándoles un shock de energía que los hizo armar un pogo bastante movidito.

En cuarto lugar se presentó Tensión, la ya conocida banda de nuestra escena nacional, comandada por el legendario Federico Sanguinetti, el guitarrista del icónico grupo Chopper. En este caso, las influencias de este grupo formado en Montevideo en el año 2010, son de un hard-rock dentro del que incorporan nuevas influencias del rock progresivo, el metal clásico y blues.

Con su primer álbum de estudio autoproducido, el que fue nominado al Premio Graffiti 2011 como “Mejor Álbum de Hard Rock – Heavy Metal”, los músicos mostraron de qué están hechos, ya que exhibieron la excelsa calidad de los cuatro integrantes.

Como penúltima banda aparecieron los muchachos de Lyra. En definitiva, quienes iban a ser los galardonados de la noche, hicieron el espectáculo más redondito, concreto y claro de todos, ejecutando un estilo de metal extremo que ronda el death metal melódico con influencias de metal progresivo y neoclásico.

Sus integrantes bien saben el papel que juegan y desarrollan en la banda, donde por ejemplo, su frontman se nos presenta vestido de impecable cuero negro de punta a punta de su esqueleto, más un retoque de pintura facial y no precisamente de fiesta de 15 sino del estilo black. Canta, recita, vocifera y estremece al público con su lírica, gestualidad y movimientos. Por su parte, los músicos emprenden su tarea con magistral técnica, fuerza y dedicación. Muestran en escena el gusto que tienen por el estilo al interpretar cada una de sus canciones con una pasión inusitada. La idea del grupo es invitar al escucha a emprender un camino introspectivo a través de riffs armoniosos, pero que a veces se convierten en potentes y crudos.

Para el cierre, un power trío denominado Ennegativo, quienes están juntos desde 2019 haciendo metal alternativo, hardcore y groove metal. Charles como vocalista y guitarrista, Seba en el bajo, más Tommy en la bata, dieron un cierre a la noche con un broche de napalm crudo y duro que te hace sentir con una energía como de quinceañero en la puerta de lo de Naná.

Con influencias de Pantera, Sepultura y Crowbar, entre otros, el trío demostró sobre las tablas que en estas tierras también se puede hacer buen metal y sludge. A pesar de toda la bronca que sus líricas expulsan contra la sociedad en declive, narcisista, conformista y destructora, hay una luz de esperanza si torcemos el rumbo hacia momentos donde el hombre no sea el destructor de sí mismo y todo aquello que le rodea.

Felicidades, Lyra, y preparaos para la contienda final, donde sabremos a quién catapultar hacia el viejo mundo donde daremos vuelta la historia y seremos un grupo de latinos que conquiste esas anquilosadas tierras.

Tomás Cámara