Peter Hook

A finales de los años 70, las tétricas líneas de bajo de un joven trazaron los vórtices sonoros de Joy Division y sus inquietantes zarpazos de desesperación.

Si bien las letras desgarradoras y las voces de Ian Curtis se atribuyen a menudo a la sombría belleza de los Joy, muchas de las canciones del grupo fueron desarrolladas por el siniestro y palpitante bajo de Peter Hook, que llegaba al mundo hace 65 años un 13 febrero de 1956. Luego del suicidio de Curtis, el segundo al mando, Peter Hook, se unió a los otros miembros sobrevivientes de Joy Division para formar New Order. En sus inicios se vio obligado a tocar líneas agudas de bajo para poder escucharse, pues su amplificador era de muy baja calidad; esa sería a lo largo de su carrera una de las cosas que caracterizaría su peculiar sonido.

Luces y sombras se conjugaron en el pasado y el presente de Peter Hook, que dejó registro escrito a través de tres libros autobiográficos: «The Hacienda» (sobre la mítica discoteca de Manchester), «Unknown Pleasures – Inside Joy Division» y «Substance – Inside New Order». En este último, Hook narró de modo crudo sus problemas de adicción a las drogas, alcoholismo y abuso de parte de su esposa. «Para mí sería ridículo siquiera considerar no contar la verdad».

“En Joy Division todo era muy sencillo porque Ian Curtis nos decía todo el tiempo lo maravillosos que éramos y cómo íbamos a conquistar el mundo. Eso no nos pasó en New Order, porque todos sentíamos un enorme peso sobre los hombros. Nos sentíamos culpables de aplaudirnos a nosotros mismos, razón por la cual siempre fuimos tan silenciosos. El dolor que sentíamos por la disolución de Joy Division se expandió hasta New Order y en muchos sentidos creo que incluso ahora sufrimos por eso, para ser honesto”.

“El movimiento punk inglés en los setenta y su repercusión en la sociedad influyó en nosotros. Ese show de los Sex Pistols al que fuimos nos marcó. Es muy increíble que, sin los Sex Pistols, millones de personas no hubiesen encontrado su vocación en la vida, y lo que significa ser un punk. Estoy muy feliz de haber estado ahí, porque he hecho algunas cosas… En algún sentido, todavía soy un punk. Y siempre voy a serlo. Tiene que ver con creer en uno mismo, con ponerte de pie, con que nadie te diga qué tienes que hacer o lo que debes decir o pensar: es un rasgo bastante egoísta, pero para sobrevivir en este mundo, es una opción”.

En 2015 junto a su banda The Light, interpretó todas las canciones de Joy Division en la iglesia Christ Church, de Macclesfield, el pueblo natal de Curtis, a las afueras de Manchester. “Era la iglesia a la que Ian solía ir cuando era niño; estaba en el coro. Nos involucramos e hicimos un concierto de caridad para salvarla, todavía está allí. Tocamos todas las canciones de una sola vez. Todos los temas de Joy Division escritos y grabados. Tomó más de cuatro horas y me sentí inmensamente orgulloso de ello», cuenta el bajista.

«El deseo más grande de Ian fue que miles, millones de personas escucharan a Joy Division y es maravilloso que se le haya cumplido. Él deseaba que Joy Division fuera una banda exitosa y que la música se apreciara. No creo que haya estado muy feliz de ver cómo terminaron las cosas entre los miembros de la banda, pero se le hizo realidad en la música. La voz de Ian y la música aún le llegan a la gente, especialmente en esa edad entre los 15 y 18. Ese sentimiento de soledad, de frustración, de querer cambiar el mundo pero no saber cómo, es ese anhelo sobre el cual Ian cantaba –porque tenía esa edad, estaba saliendo de la adolescencia y preguntándose qué hacer con la vida- y aún tiene la habilidad de hacer eso desde la tumba. Él será recordado por siempre».

Niko Pérez