La Importancia Del Reconocimiento

El acto mágico de la creación

El hacer. El poder llevar la idea al hecho es un acto supremo, absolutamente mágico y hace que podamos manifestar eso que existe en un plano, mental o de las ideas, y llevarlo a un plano que es perceptible por el resto de los humanos. El hecho de que se manifieste realizado en este plano no significa que otras personas puedan verlo, compartirlo o disfrutarlo. Eso es otra etapa, complementaria a la manifestación. Vamos a llamarla la difusión.

Para el artista, músico en este caso, realizar es un acto mágico. Hacer de la idea, de la inspiración algo escuchable y compartible es la consagración de ese acto mágico. Es volver la idea algo audible, compartible, vendible, pero sobre todo es la realización, o sea volver realidad una idea.

Pero… ¿a qué va todo esto con el reconocimiento y por qué de esta columna? Este año se cumplieron 21 años de los Premios Graffiti. Premios que nacieron desde el rock y que se han abierto a toda la música del Uruguay. Y no es menor esto. Esta iniciativa privada de gente vinculada al rock otorga un reconocimiento o una foto de momento de lo que está pasando en la música del Uruguay en todas o casi todas sus manifestaciones. Año a año, se abren las convocatorias para que los artistas musicales de forma individual, grupal o a través de sus sellos / productoras, presenten lo realizado durante el año y así visibilizar los trabajos.

Podríamos decir que los Premios Graffiti son, en su esencia, una vidriera de gran capacidad, no infinita pero muy abierta, a mostrar las obras que los operadores creativos de la música realizan.

 

Mainstream y underground. La oportunidad de los premios

Yo siempre me referí a los mundos de la música estableciendo una analogía con los círculos de la Divina Comedia de Dante Alighieri. Los infiernos del underground, o de la cultura alternativa, donde el artista busca un «ascenso» hacia los cielos del mainstream, donde supuestamente hay visibilidad, difusión, una apertura hacia públicos no de nicho que podían llegar a comprar boletos, sumar en oyentes y porqué no aumentar la venta de materiales físicos, como discos remeras, etc. En otro artículo desarrollaré más este concepto de la Divina Comedia de la música uruguaya.

¿Y qué rol juegan los Premios Graffiti en esto? Participar en los premios es muy sencillo. Es simplemente postular el trabajo terminado al 30 de diciembre del año en curso. Y postulan todo músico o sello que tenga trabajos para mostrar. No hay impedimento/s alguno/s que permita presentar una obra. Y esa instancia de carácter absolutamente democrático es clave para poder estar mano a mano con artistas consagrados, con otros que vienen subiendo y con otros como vos que está buscando su oportunidad de… SER RECONOCIDO. Y ahí está la cuestión. Querer ser reconocido… la última parte del hecho mágico del creador. Que su obra se conozca y se reconozca públicamente.

 

Las batallas públicas e internas del rock

El crecimiento de los premios ha devenido de premios al rock a premios a la música uruguaya. Y el espacio o el foco que poseía el rock ha sido absorbido dentro de una pléyade de estilos que cruzan por lo más variopinto de la música que se hace en el Uruguay y que debemos decir con convicción «MÚSICA DEL URUGUAY». Pop, candombe, urbano, hip hop, tropical, solistas, electrónica son parte del concepto de música uruguaya, y el rock ahora pasa a ser una gran sala de esa mansión enorme que constituye toda la música hecha en Uruguay y/o por uruguayos, vivan o no en Uruguay.

El rock ha visto que géneros que suelen ser parecidos se juntan en una categoría, cuando deberían estar separados por naturaleza. Tal es el caso del hard rock y el heavy metal. Y si hilamos más fino, el heavy metal es una variante de algo más amplio que es el metal. Y podríamos seguir hasta el infinito de las subcategorías o subgéneros dentro del metal. Pero más allá de eso, el rock puede tomar fuerza y plantearse nuevos espacios si se presentan más trabajos. No sólo le aportará volumen a las categorías, sino que presionarían a los premios a revisar si es necesario seguir «apretando» o quizás desarrollar escenarios que hagan recuperar galas exclusivamente de rock, con toda la pléyade de géneros.

Pero esta batalla a veces encuentra en el propio rock sus quintas columnas, que desean el reconocimiento, pero que por alguna razón de ser «verdadero», «true» o lo que sea, se plantan de la vereda del que no sólo no reconoce esta instancia, si no que hace campaña por denostar o ponerse a enfrentar a los premios. Porque enfrentar se supone que es rock, para unos pocos, que en el fondo desean que su trabajo, que probablemente sea muy honesto y hecho con todo lo que pueden dar, sea visto y «reconocido». El rock en todo el mundo, en todos los estamentos, en todos los géneros tiene sus círculos, su estructura, sus cielos, sus infiernos y las oportunidades de ser conocido y reconocido. Y la experiencia que dan los Premios Graffiti en Uruguay es poder meterse.

Claro que tenés que hacer lobby, que tenés que conocer a la gente que está en esto. Es claro que tenés que trabajar en la promoción de tu obra, y eso no es pagarle a una multinacional de RRSS para poner una fotito o una promo. Hay una red social real, humana, que es conocer a todos los que están en los cielos, purgatorios e infiernos de la música. Y saber cómo se comunican, quién es quién, y cómo moverte de forma clara en todos los lugares. Capaz que te sentís más cómodo en las nubes del mainstream, o estás más a gusto entre las oscuridades de los infiernos de la cultura alternativa. Eso es personal, muy personal, pero una de las claves del éxito es saber moverte en todos lados. Conocer los caminos y nunca dejar de ser quien sos. ¿Estás firme y convencido de ser quien sos para mostrarte a nuevos públicos y en otros ámbitos que no son zonas de confort? Ahí hay un gran nudo en el propio rock uruguayo, donde se cortan los caminos hacia otros públicos que no sabés si pueden gustar o no de tu propuesta. Honestidad brutal es requerida…

 

El mensaje ¿final?

Los Premios Graffiti son una oportunidad abierta, democrática donde más de 80 jurados participan y pueden elegir tu obra. Puede ser nominada o no. Puede ser elegida o no. Esas son las reglas del juego.

Participar no te va a definir lo que sos. Eso debe estar clarísimo desde la base. Si te sentís cómodo en la cultura alternativa, viví y desarrollate en ella, pero no pierdas la oportunidad de mostrar lo que sos. No te escondas en el miedo al reconocimiento, tras un disfraz de auténtico. Porque eso te transforma en un poser, en un fantoche que se le nota a la legua que quiere algo, y como no le da para salir a la cancha, se queda «jurando fidelidad al under». A un under que termina siendo más condenatorio, lejos de ese espacio de cultura alternativa efervescente subterránea…

Por todo esto, ¡larga vida a los premios y a toda posibilidad de mostrar el trabajo! Por muchos más y ojalá se amplíe este espacio para la música y en especial para nuestro querido y sentido rock uruguayo. Para que puedan existir éstos y nuevos espacios de reconocimiento, tan necesarios para los creadores de nuestra tierra.

Gabriel Brikman

guitarrista / productor


PD: NO a los premios de inspiración religiosa. SÍ a más premios a nuevas formas y estilos de música.