
Tenemos hoy una nueva entrega para nuestra ya clásica sección: «Ayyyy, viejoooo… ponete los lentes… ¿¿¿¿leíste bien el nombre de la banda?????», con la reciente edición del último trabajo de un grupo que cuenta con 20 años de vida en la escena musical y particularmente dentro del metal extremo.
La banda en cuestión es oriunda de Moscú, Rusia, nacidos en 2002, quienes ejecutan un estilo de folk metal y metal pagano y se denominan Arkona (Аркона). El nombre de la banda hace referencia al nombre de la última ciudad eslava pagana fortificada, en el Cabo Arkona, en la región más septentrional de Alemania.
Cabe mencionar que fue el destino el que nos tenía preparado que nos conociéramos con esta banda en otra de sus jugarretas de total desparpajo e infortunio. ya que en aquella noche en que nos disponíamos a festejar nuestras nueve semanas y media de apasionada relación amorosa con la damisela del momento y en el contexto de una rica cena intima, se suponía que ambientaríamos la ocasión con música romántica de un cantante centroamericano de letras misóginas, todo un plan perfecto… excepto por el detalle que confié en mi suerte y también un poco en exceso en mi disminuida capacidad visual, ya que confundí el artista. Moraleja: si deseás fervientemente que una relación amorosa perdure en el tiempo, no permitas que te inviten a cenar frankfurters con puré, sazonados con metal pagano de la Siberia. Ahora bien, si por el contrario lo que deseas es ahondar en el metal extremo del ostracismo del mundo y entender que estás así de arruinado en tu vida por el exceso de chicas y por el abuso del champagne, seguí leyendo estas líneas mientras te abrís una botella de agua con gas y buscas algún estreno de cine XXX.
No debemos confundirnos el grupo de esta reseña con la otra banda del mismo nombre, Аркона, que existía en Moscú pero que debió cambiar su nombre a Варяг (que significa Varangian, que es el nombre que recibe la columna de Vikingos que emigraron a tierras Rusas). Tampoco con su homónima polaca, la cual hace un estilo parecido, un black más clásico y que no cambió su nombre dado principalmente a que nació bastante tiempo antes, en 1993. Ni finalmente con también la homónima banda, pero en este caso de República Checa, quienes hacen un estilo hard rock y heavy metal.
Nuestra banda de hoy y como muchas de sonidos folk, tiene como una de sus características la utilización de instrumentos musicales tradicionales de sus regiones, lo que para el caso vienen a ser balalaikas, domras, guslis, el acordeón ruso o bayan, zanfonas, violines, tambores, flautas, entre otros. Sus miembros son: Masha «Scream» Arkhipova en la voz, Sergej «Lazar» en guitarra, Ruslan «Kniaz» en el bajo, Alexander Smirnov en la batería y Vladimir Cherepovsky en flauta, gaita y demás instrumentos típicos.
La banda incursionó por otros estilos previamente a desembarcar en este tormentoso río del folk, pagan y black metal. En sus discos previos estaban más abocados a estilos death, grind y brutal death, cuando con sus primeros trabajos no lograban asomar su cabeza desde ultratumba. Pero fue a partir de 2007 que Arkona comenzó a grabar su cuarto álbum con el nombre Ot Serdca K Nebu, y es ahí cuando empezaron a redireccionarse hacia el estilo de la cultura y la religión eslava nativa.
En marzo de 2008 Arkona actuó como uno de los invitados principales en el festival de metal pagano más grande de Europa, el Ragnarok Festival V, en donde en frente a un publico de más de 5.000 fanáticos del metal pagano de todo el mundo, les dio una visualización muy grande. Fue así que a su regreso a Moscú recibieron una propuesta para firmar un contrato con el sello Napalm Records, uno de los mayores sellos europeos para el metal.
Acto seguido la banda realizó una gira de un mes por Europa la cual finalizó con la presentación en el gran festival Brutal Assault. Sin pausa alguna decidieron para octubre de 2008 comenzar a trabajar en su quinto álbum Goi, Rode, Goi, mientras que lanzaron el segundo DVD, Noch Velesova, en mayo de 2009, lo cual fue el epítome para su actuación en el festival alemán Winternoise.
El quinto disco fue lanzado en junio de 2009, siendo un trabajo épico donde se involucraron con una serie de músicos de otras bandas, un coro, un quinteto de cuerdas y muchas partes de instrumentos étnicos, como ser la gaita gallega, flauta pequeña, zanfona, silbato de hojalata, sopilka, gudok, flauta de pan, ocarina y zafun, todos ejecutados por Vladimir Cherepovsky.

Ahora bien, para este 2023 la banda nos acaba de traer su último trabajo, al cual llamaron Kob. Nuevecito de paquete; apenas hace un par de semanas que vio la luz pero, irónicamente, es un trabajo que nos presagia que es este mundo putrefacto y esta humanidad aniquiladora son los que provocarán que, como especie, nos iremos apagando hasta adentrarnos en el abismo del planeta. Es un disco conceptual que versa en torno a los acontecimientos actuales de nuestro tiempo, cada acción de la humanidad que conllevará irremediablemente a la destrucción de nuestra tierra, siendo un disco que está impregnado de un concepto sombrío del descenso paso a paso de la humanidad en pro de su propia e inevitable perdición. Cada problema de la humanidad se indica en el álbum en orden de su inevitable aparición.
Los temas del disco son:
Izrechenie, Nachalo
Kob
Ydi
Ugasaya
Mor
Na zakate bagrovogo solntsa
Razryvaya plot’ ot bezyskhodnosti bytiya
Izrechenie, Iskhod
Como introducción, el tema de arranque atrapa al impávido oyente para que dé el primer paso hacia el abismo: “Izrechenie, nachalo” (“El discurso, el comienzo”). La música toma suavemente de la mano al oyente llevándolo a reinos en trance de oscuros susurros y voces murmurantes. El segundo tema, “Kob”, empieza con un cariñoso recuerdo a un clásico de Mayhem, donde las primeras líneas de la guitarra recuerdan a esos precursores del estilo. Pocos segundos después arremete el doble bombo y la voz desesperada hasta un parate, descenso del ritmo y una ambientación con sintetizadores. Al cabo de unos segundos, vuelve in crescendo el tema hasta su ritmo alocado habitual. La canción refiere a un Kob, una especie de antiguo eslavo cuya tarea de adivinador sobre el destino está asociado a ciertos bailes, gestos típicos y rituales.
El tercer tema, “Ydi” (“Ir”) es el más largo del disco, con una extensión de casi 12 minutos. El mismo refiere al viaje que emprende el ser humano hacia el abismo. Así lo expresa la banda: «Ve al hueco, arrástrate al roble, con paso ligero, pisa el abismo, camina con cuidado, libera el estado congelado con el frío, por el camino invisible, ir a descansar.» Ese mismo frío que detallan lo consiguen con la estructura del tema, desde el mismo principio unos sonidos de sintetizadores que dan idea de un ambiente sombrío y desolado. Masha comienza su canto en forma gutural para llegar a casi la mitad del tema, donde comienza un recitado que te hará sentir un hielo que recorrerá tu espalda. El declive del ser humano reflejado en la frialdad y neblina del amanecer que nos regala a los vivos la eternidad de los muertos. El tema “Mor” (“Plaga”) es el cuarto paso de la humanidad hacia su fin. Una canción que musicalmente fusiona la energía del más crudo black metal con la espiritualidad del metal pagano. Un canto de oscuridad y desesperanza en la entrega vocal de Masha, sumado a momentos de relax ejecutados en guitarra acústica, más a su vez, inquietantes instrumentos de viento de madera y una percusión impecable. Se nos transmite la idea de las epidemias, las enfermedades y la principal plaga de nuestro tiempo: la existencia humana.
Como simple promocional del disco sacaron el monumental video de “Ugasaya” (“Desvanecimiento”), el siguiente tema del disco. Sobre el mismo, la banda declaró que: «Es el tercer paso de los seis que la humanidad está dando conscientemente hacia el abismo, condenando así a toda la raza humana a la aniquilación total”. Esta canción habla de una catástrofe ecológica, resultado inevitable de las locuras cometidas por los seres humanos a lo largo de toda su existencia y de una vida inútil a costa del sufrimiento sin fin de la Madre Tierra. Unos paisajes muy duros se muestran allí, donde tierra árida y seca con contrastantes lagos demuestran el accionar del humano y el sufrimiento del planeta. Al principio de la canción, se puede oír la parábola del cineasta Konstantin Lopushansky, que dice: “¡Mírate, humano! Porque no hay nada más hermoso que tú. Mentira, ése es tu nombre, e hipocresía, ésos son tus actos. Todo lo que toques será profanado: los vivos y los muertos, los árboles y las piedras de los planetas, el aire, los animales y los peces. Todo será envenenado, todo será distorsionado”. La canción es un tema de estilo doom y groove con una atmósfera turbulenta con la profundidad de los gruñidos y gritos desgarradores de Masha. Trata de cataclismos y desastres naturales como consecuencias de la intervención humana en el deseo de elevarse por encima de la verdadera esencia divina de la naturaleza, lo que da lugar a que todos los elementos se rebelen contra los humanos, y a que la naturaleza, siendo inicialmente el único padre – creador, mate a su insensible y egoísta hijo.
Para el siguiente tema, Masha no sólo se desempeña a través de las letras, también marca el tono con su solo de teclado en la emotiva “Razryvaya plot’ ot bezyskhodnosti bytiya” (“Desgarrar la carne por la desesperación del ser”). Mientras la sociedad cava su propia tumba a causa de las guerras, las creencias religiosas y los problemas medioambientales, los pensativos instrumentos de viento y los interludios de guitarra acústica confrontan la agresividad de los profundos gruñidos guturales y los rápidos rasguidos de guitarra. Luego el tema “Na zakate bagrovogo solntsa” (“Al atardecer del sol carmesí”) comienza con una vociferación desgarradora y un piano en tono semi alegre, y al cabo de unos minutos se va todo al mismísimo infierno con la entrada del brutal blast beat y un tono gutural del hermano no reconocido de belcebú. «Al atardecer del sol carmesí, maldito sea el que cavó cientos de miles de tumbas para nosotros y ¡maldito sea el que redujo a cenizas mi casa!». El álbum se cierra con una referencia al apocalipsis absoluto del mundo en “Izrechenie. Iskhod” (“El discurso. La conclusión”).
En resumen, Arkona es una banda con más de 20 años en la escena mundial, y luego de un descanso de más de cinco años, vuelven a la palestra con un álbum del tipo conceptual donde describen cuáles serían los seis pasos del descenso al abismo, donde cada una de las canciones es el epítome de cada paso. Invitamos a todo el mundo a reconocer la verdad de la Oscuridad Primordial sumergiéndose gradualmente en el mundo de la negra realidad de la humanidad suicida a través de su completa aniquilación.
Así es, pues, que en forma veloz y audaz ve en busca de este disco, para que en forma calmada y sin prisa lo escuches para que no contribuyas a la extinción de la humanidad.
Tomás Cámara
