Artefacto De Época

En un momento en donde nadie tenía en cuenta a las bandas ignotas, el futuro guitarrista del Patti Smith Group, Lenny Kaye, a pedido de Elektra, armó un relevante compilado llamado Nuggets: Original Artyfacts From The First Psychedelic Era (1965-1968); una cuidada colección, formada por 27 gemas, del más exquisito garage-rock de mediados de los años ’60. Muy influyente, especialmente entre la naciente escena punk, Nuggets documentó la explosión del garage estadounidense y la música psicodélica que surgió a raíz de la invasión británica.

Influenciados por el ácido, la promesa del estrellato del rock y el trabajo inicial de los Kinks, Rolling Stones, Animals y Yardbirds (que a su vez reconocen influencia, principalmente, en la música blues estadounidense), innumerables jóvenes marginales tomaron las guitarras y armaron su proyecto. Con nombres como The Electric Prunes, The Leaves, The Remains, Sagittarius, Mouse, The Mojo Men, The Premiers, The Third Rail , The Strangeloves, The Shadows of Knight, The Castaways, algunos se convirtieron en estrellas o enviaron al menos una canción a las listas, y otros se quedaron donde comenzaron, en la oscuridad del garage con el motor del auto encendido.

Pero prácticamente todos los incluidos en esta colección, hicieron que al menos un tema valiera la pena escuchar. El gran pop suele surgir de la nada, alcanza con que un buen compositor tenga el estímulo adecuado. Y aunque el término «psicodélico» se ha vuelto sinónimo de «autoindulgente», es la música pop la que establece el estándar del compilado. Esta es la banda sonora de los primeros días de la contracultura de los años sesenta, aunque elementos superficiales del rock y la deliberada apología al LSD quizás hayan sido manipulados para adormecer los movimientos revolucionarios juveniles de aquellos años, Nuggets demostró ser de una importancia sísmica en los años posteriores a su lanzamiento; la secuenciación que Kaye le dio al álbum es como el transcurrir de una gran tarde de radio de antaño, en donde se mezclan grandes éxitos con canciones realmente desconocidas.

La acelerada versión de «Tobacco Road» (clásico de los británicos The Nashville Teens) a manos de los Blues Magoos encuentra la mezcla perfecta de rock incendiario, efectos de estudio y solos abrasadores que junto con «Psychotic reaction» de Count Five y “It’s-a-happening” de The Magic Mushrooms, crean el precedente del hardcore. “Are you gonna be there (At the love in)» de The Chocolate Watchband y “Sugar & Spice” de The Cryan Shames, respetan los patrones de la típica canción de mediados de los años ’60. Los excesos de alucinógenos de algunas canciones sólo son superados por el melodramatismo de «Moulty» de The Barbarians, la inspiradora autobiografía del baterista manco de la banda. Dicha historia de perseverancia de Víctor “Moulty” Moulton se combina con la bonita melodía de “Lies” de The Knickerbockers, uno de los puntos altos del disco.

Otro atractivo de Nuggets es que nos brinda la oportunidad de escuchar los primeros trabajos de futuras estrellas. Por ejemplo, un joven desquiciado Ted Nugent aparece como parte de The Amboy Dukes, y Todd Rundgren lo hace como miembro de Nazz. Desde canciones simples y enérgicas impulsadas por cansados riffs hasta obras de verdadero virtuosismo, el vinilo doble de Nuggets captura la época como ningún otro trabajo. Según Rafa, dueño de Alta Fidelidad (por destrozo, la mejor disquería de este bendito país) en 51 años, es la primera vez que ve una copia, de época, en el Río de la Plata. Muy pocas compilaciones de «oldies» han tenido una influencia que se acerca a la de Nuggets, y menos aún son tan gratificantes de escuchar; si te interesa el rock de los años ’60, necesitas tener este álbum. No es sólo una colección clásica, es un retrato inspirador, absolutamente revelador de un lugar y momento específico que ya no existe.

Lic. Hugo Gutiérrez