Continuando con nuestra célebre sección: “Ayy viejo, aflojale a la cultura, dame un poco de bola”, venimos en esta oportunidad a presentar una banda con pocos años de existencia y con su primer disco editado recientemente, hace unas pocas semanas. El grupo en cuestión se llama Hypnagogia, siendo originario de la ciudad de Veria, en la región central de Macedonia, en Grecia. Surgieron en plena pandemia en el año 2021 y sus integrantes son: Paris en guitarra y batería, Pelo en vocales y Sotiris en el bajo.
Nos encontramos nuevamente con este país, el que también en esta oportunidad viene a engrosar la enorme lista de aportes a la cultura, las ciencias, las artes, la filosofía y a la vida misma con muchas de sus creaciones desde tiempos inmemoriales. La Polis, la Democracia, los Juegos Olímpicos, la mitología de los Dioses y Zeus, la literatura de Homero con su Ilíada y la Odisea, o los aportes a la filosofía con enseñanzas y frases célebres, como por ejemplo Platón: «El hombre sabio querrá estar siempre con el que es mejor que él», «Sólo sé que no sé nada» de Sócrates o «Por favor dejen de hacerme Bowling» de una de las afamadas hermanas Xipolitakis. Todo un bagaje de cultura digna de una nación muy próspera e influyente.
El disco, editado en el pasado mes de febrero, se llama Carving The Subconscious (tallando el subconsciente) y se enmarca dentro del estilo black metal y específicamente con retoques de atmosférico, depresivo y también sonidos de post black. El nombre de la banda Hypnagogia hace referencia a ese estado del ser humano que sucede entre la vigilia y el sueño, cuando es común pensar que uno está despierto, llega a percibir, ver y oír cosas que suceden a su alrededor, pero no se puede mover.
Paris ha sido el encargado de escribir toda la música, también ha programado la batería y ha hecho su aporte a las letras. Sotiris al bajo hace un muy buen trabajo siendo muy visibles sus aportes, los cuales le dan una particular identidad al resultado final. Finalmente, siendo algo extraño para el estilo. Pelo tiene tal vocalización que lográs entender cada frase sin tener que bucear las letras en la web junto a un traductor de aullidos.
El disco comienza muy atmosférico con el tema que le da nombre a la banda, «Hypnagogia», siendo una pista que te pone en contexto desde un principio y en el estado de ánimo que el disco nos plantea. Ya se percibe aquí una novedad para el black, que es un sonido muy claro, y especialmente el trabajo desarrollado por la guitarra obteniendo un muy alto nivel. Otra extrañeza para el sonido extremo en general es la forma en que Pelo interpreta cada verso, dándole la pasión y el dolor justo y necesario.
Para el segundo tema, «Sadness of insanity», el tempo del mismo sigue siendo lento en la gran pista de casi nueve minutos, donde la ambientación varía al igual que su ritmo en ciertos momentos.
Luego la siguiente pista nos muestra que la banda puede también tocar a altas velocidades. El tema que da nombre al disco, «Carving the subconscious», es una demoledora obra de unos cinco minutos de doble bombo infernal con apenas unos segundos de descanso y baja de ritmo pasado la mitad del tema.
La que continúa es «Impearled vision», una canción similar en cuanto a su construcción, siendo principalmente otro tema híper veloz con una par de momentos de descenso de ritmo y en donde particularmente ocurren cosas fascinantes, a saber: en una primera oportunidad, Pelo cambia su tonalidad y pasa a emitir unas estrofas en forma gutural, lo cual sorprende, digamos no porque sea algo novedoso o que jamás hayamos escuchado antes, sino por el hecho de que no te lo esperabas siendo algo sí raro para el black clásico; y lo otro que sorprende es también la responsabilidad del vocalista, y es que en ciertos momentos canta como suspirando o queriendo susurrarte un secreto al oído, siendo algo tan tierno que dan ganas de hacérselo escuchar a un bebé para su siesta.. ¡una delicadeza!
Los contrastes no se detienen, ya que luego de estos dos temas con híper velocidades, todo vuelve a la depresión natural que los chicos exponen y se baja la atmósfera con «Astral journey», tema que brinda un pequeño gesto de novedad donde Paris intenta un solo de guitarra que dura apenas unos segundos, el cual se interrumpe por la nueva aparición de la voz.

Acto seguido, el tema «Mournful congregation», el cual comienza en forma lenta con una línea de bajo densa y oscura, donde unos segundos después irrumpe la guitarra, luego la bata a todo trapo y arrancan los aullidos. El tema tiene un par de parates que recuerdan a la canción «Black sabbath», particularmente en esos instantes doom/funeral de ese clásico de los ’60, siendo un guiño también para aquella banda australiana de mismo nombre de este tema e icónica de esos estilos.
Para el final, “Hypnopompia” es la otra epopeya de nueve minutos, la cual en un tono completamente melancólico, brinda un cierre exultante al disco. Su nombre hace referencia al estado de conciencia de la salida de la etapa del sueño, siendo la contracara del estado «hipnagógico» del inicio del sueño. El tema hace un descanso increíble que gradualmente acelera hasta que termina y te deja con la realización palpable de tu éxtasis hecho realidad. Te da la sensación que la batalla entre estos diversos estados del subconsciente, se enmarca en un fragor de lucha entre demonios, donde al final la gana Hypnagogia con mucho esfuerzo.
Particularmente y en cuanto a las letras de este trabajo, podemos decir que tomando como base a su sonido atmosférico y depresivo, las mismas hacen referencia a la pérdida de los afectos y seres queridos, la soledad, el subconsciente (obvio por el título del disco), sus traumas y contradicciones y el universo que nos rodea.
La placa suena en todo su espectro como un lamento, tanto porque la banda hace música que encaja armónicamente en un aggiornado black metal donde no escucharás una oda o reminiscencia de aquel sonido de antaño de cuatro canales de la primera oleada del estilo. Y a su vez, por la temática y la lírica que tratan las letras a lo largo del disco, lo que no significa que Hypnagogia quede fuera del molde del black metal, todo lo contrario: ejecutan un muy bien trabajado sonido extremo con toques muy personales. Hacen todo bien dejándote con ganas de volver a escuchar el disco, porque si con las primeras repercusiones quedaste satisfecho, el gustito te hará buscar el sumo placer y quedar extasiado al punto de provocar adicción.
Hypnagogia ha logrado mantenerte a lo largo del álbum con un interés constante dadas las distintas ambientaciones y la diversidad de sonidos que varían entre lo depresivo y melancólico hasta aquellos que atraen admiración por la brillante oscuridad que enceguece con todo su esplendor.
Hypnagogia puede incluirse junto a grandes bandas de estos últimos años, como pueden ser Thy Darkened Shade, Wothrosch, Aara, Verzauber, Fathomage, Deviser y sus respectivos álbumes, sin lugar a dudas. El valor de «Tallar el subconsciente» les permite hacerlo, y dado que ya son reconocidos fuera del país, no tienen absolutamente nada que envidiarle a las otras, dado que vienen marcando el camino y dejando su huella.
Tomás Cámara
